“España se enfrenta a innumerables desafíos en el medio y largo plazo: baja productividad, elevada deuda pública, un mercado laboral disfuncional, unas pensiones con un futuro incierto… Sin embargo, la economía española ha demostrado que puede salir adelante incluso en las circunstancias más adversas. Un buen ejemplo de ello es la crisis del covid, que atacó directamente a los pilares que sostenían la economía española. Más de cuatro años después, se puede decir que la economía de España ha sido una de las que mejor se ha recuperado entre las grandes del euro, con una ‘remontada’ que se puede apreciar en el gráfico de JP Morgan que da lugar a esta noticia. Tras sufrir la mayor recesión de la zona euro, el PIB de España ha logrado crecer con intensidad, generando empleo en grandes cantidades y sin presentar los desequilibrios del pasado.
España sufrió en 2020 una recesión histórica, con una caída del 11,2% del PIB, la mayor de toda la zona euro. Las previsiones eran catastróficas para la economía del país: el covid atacó frontalmente al turismo y a los sectores que requieren el contacto humano, un golpe que prometía ser duradero y dejar cicatrices imborrables en el tejido productivo español. Economías como Alemania o Francia, con una industria más potente y una economía más diversificada, sortearon mejor la crisis en el muy corto plazo.
Cuatro años después, el turismo ha vuelto con más fuerza, la hostelería no encuentra suficiente personal para satisfacer la demanda y la industria que aún conserva España está presentando un mejor comportamiento gracias a su especialización y baja exposición a China (que vive su particular crisis). El resultado se puede apreciar en el gráfico: una recuperación que ha dado lugar a una remontada en términos de PIB si se analiza desde finales de 2019, tal y como señalaba JP Morgan en su último informe semanal. La economía de España ha pasado a la de Francia y Alemania (si se contabiliza el avance del PIB desde 2019), y ahora se dirige directa hacia Italia para convertirse en la gran economía del euro que más crece desde 2019.
Tras la caída del 11,2% llegó la recuperación a medias de 2021 con un avance del PIB del 6,4%, seguido de una expansión del 5,8% en 2022 (aquí España ya recuperó los niveles de PIB previos al covid) y que ha tenido continuidad en 2023 con un avance del 2,5%. La recuperación ha venido acompañada de un fuerte incremento del empleo: se han creado más de dos millones de empleo netos desde 2019, según revelan los últimos datos de Eurostat.
Ahora, las revisiones al alza del PIB no paran de sucederse. La última ha sido la de JP Morgan, que de una semana para otra ha revisado el PIB de España al alza en 0,7 puntos, pasando su previsión dese el 1,5% para este año al 2,2%. Además, ha revisado también al alza el crecimiento para 2025, dejándolo en el 1,5%, frente al 1,3% que estimaba anteriormente. Desde JP Morgan hablan de “sorpresa al alza del PIB”.
Tras el buen dato de PIB del primer trimestre del año, los expertos de CaixaBank Research también han anunciado que podrían revisar al alza sus previsiones para España: “El mejor comportamiento de la economía en el arranque del año, junto con los distintos factores que lo están impulsando, nos obligará a mejorar el escenario de previsiones de CaixaBank Research próximamente. Actualmente prevé un crecimiento del 1,9%. Pero tras la publicación de estos datos, y si no hay nuevos giros de guion en el escenario internacional, este año el crecimiento de la economía española podría acercarse al 2,5% y mantener así un ritmo de avance muy similar al del año pasado”.
Al igual que el covid fue un ataque directo a los pilares de la economía española, una suerte de tormenta perfecta, hoy la situación es radicalmente distinta. Si se compara la economía de España con la de los grandes países de la zona euro, parece que los astros se han alineado para una economía nacional que se está beneficiando de su composición sectorial, de las ganas de viajar y disfrutar de las sociedades avanzadas tras el covid (el turismo) y de otros factores como pueden ser la desaceleración de China. Este último no beneficia a España, pero, al menos, no perjudica a la economía nacional, como sí ocurre en otros países del euro.”
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“España se enfrenta a innumerables desafíos en el medio y largo plazo: baja productividad, elevada deuda pública, un mercado laboral disfuncional, unas pensiones con un futuro incierto… Sin embargo, la economía española ha demostrado que puede salir adelante incluso en las circunstancias más adversas. Un buen ejemplo de ello es la crisis del covid, que atacó directamente a los pilares que sostenían la economía española. Más de cuatro años después, se puede decir que la economía de España ha sido una de las que mejor se ha recuperado entre las grandes del euro, con una ‘remontada’ que se puede apreciar en el gráfico de JP Morgan que da lugar a esta noticia. Tras sufrir la mayor recesión de la zona euro, el PIB de España ha logrado crecer con intensidad, generando empleo en grandes cantidades y sin presentar los desequilibrios del pasado.
España sufrió en 2020 una recesión histórica, con una caída del 11,2% del PIB, la mayor de toda la zona euro. Las previsiones eran catastróficas para la economía del país: el covid atacó frontalmente al turismo y a los sectores que requieren el contacto humano, un golpe que prometía ser duradero y dejar cicatrices imborrables en el tejido productivo español. Economías como Alemania o Francia, con una industria más potente y una economía más diversificada, sortearon mejor la crisis en el muy corto plazo.
Cuatro años después, el turismo ha vuelto con más fuerza, la hostelería no encuentra suficiente personal para satisfacer la demanda y la industria que aún conserva España está presentando un mejor comportamiento gracias a su especialización y baja exposición a China (que vive su particular crisis). El resultado se puede apreciar en el gráfico: una recuperación que ha dado lugar a una remontada en términos de PIB si se analiza desde finales de 2019, tal y como señalaba JP Morgan en su último informe semanal. La economía de España ha pasado a la de Francia y Alemania (si se contabiliza el avance del PIB desde 2019), y ahora se dirige directa hacia Italia para convertirse en la gran economía del euro que más crece desde 2019.
Tras la caída del 11,2% llegó la recuperación a medias de 2021 con un avance del PIB del 6,4%, seguido de una expansión del 5,8% en 2022 (aquí España ya recuperó los niveles de PIB previos al covid) y que ha tenido continuidad en 2023 con un avance del 2,5%. La recuperación ha venido acompañada de un fuerte incremento del empleo: se han creado más de dos millones de empleo netos desde 2019, según revelan los últimos datos de Eurostat.
Ahora, las revisiones al alza del PIB no paran de sucederse. La última ha sido la de JP Morgan, que de una semana para otra ha revisado el PIB de España al alza en 0,7 puntos, pasando su previsión dese el 1,5% para este año al 2,2%. Además, ha revisado también al alza el crecimiento para 2025, dejándolo en el 1,5%, frente al 1,3% que estimaba anteriormente. Desde JP Morgan hablan de “sorpresa al alza del PIB”.
Tras el buen dato de PIB del primer trimestre del año, los expertos de CaixaBank Research también han anunciado que podrían revisar al alza sus previsiones para España: “El mejor comportamiento de la economía en el arranque del año, junto con los distintos factores que lo están impulsando, nos obligará a mejorar el escenario de previsiones de CaixaBank Research próximamente. Actualmente prevé un crecimiento del 1,9%. Pero tras la publicación de estos datos, y si no hay nuevos giros de guion en el escenario internacional, este año el crecimiento de la economía española podría acercarse al 2,5% y mantener así un ritmo de avance muy similar al del año pasado”.
Al igual que el covid fue un ataque directo a los pilares de la economía española, una suerte de tormenta perfecta, hoy la situación es radicalmente distinta. Si se compara la economía de España con la de los grandes países de la zona euro, parece que los astros se han alineado para una economía nacional que se está beneficiando de su composición sectorial, de las ganas de viajar y disfrutar de las sociedades avanzadas tras el covid (el turismo) y de otros factores como pueden ser la desaceleración de China. Este último no beneficia a España, pero, al menos, no perjudica a la economía nacional, como sí ocurre en otros países del euro.”