“No, los poderes públicos –con contadas excepciones– no han promovido este derecho, cuyo cumplimiento efectivo en los últimos años ha ido a peor. Hace cuatro décadas, las familias españolas gastaban de media el 15% de sus ingresos en vivienda. Hoy es el 31,8%, y cada año sube más. En 1987 las familias necesitaban tres años de sueldo para comprarse una casa. Ahora la media está en 7,5 años, más del doble, a pesar de la incorporación de la mujer al mercado laboral.
No, no se ha regulado el uso del suelo de acuerdo con el interés general. Es más bien al contrario: la vivienda se ha convertido en un activo financiero más. No solo no se ha impedido la especulación sino que en demasiadas ocasiones se ha fomentado, con ventajas fiscales para quienes invierten en vivienda de alquiler, como las socimis, o con medidas tan injustas como las “golden visa”, que encarecían el mercado inmobiliario al premiar con la nacionalidad española a aquellos extranjeros que gastaran en una casa más de medio millón.
No existe en España un problema más grave que la vivienda. Con la excepción del cambio climático, no hay sobre la mesa una prioridad mayor. Especialmente para los jóvenes de las grandes ciudades, que se dividen en dos: los que pueden acceder a una vivienda y emancipar su vida y los que están condenados eternamente a la precariedad. Es la lotería más injusta: la diferencia entre acceder a una hipoteca y no poder hacerlo depende de si tu familia te puede ayudar. “
Joder, quién iba a decir que los precios de una necesidad básica para los humanos subirían tanto sin regulación. Es casi como si los que controlan el mercado de una necesidad básica cuya demanda no baja pueda subir los precios lo que quieran y aún así la gente seguirá comprando.
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“No, los poderes públicos –con contadas excepciones– no han promovido este derecho, cuyo cumplimiento efectivo en los últimos años ha ido a peor. Hace cuatro décadas, las familias españolas gastaban de media el 15% de sus ingresos en vivienda. Hoy es el 31,8%, y cada año sube más. En 1987 las familias necesitaban tres años de sueldo para comprarse una casa. Ahora la media está en 7,5 años, más del doble, a pesar de la incorporación de la mujer al mercado laboral.
No, no se ha regulado el uso del suelo de acuerdo con el interés general. Es más bien al contrario: la vivienda se ha convertido en un activo financiero más. No solo no se ha impedido la especulación sino que en demasiadas ocasiones se ha fomentado, con ventajas fiscales para quienes invierten en vivienda de alquiler, como las socimis, o con medidas tan injustas como las “golden visa”, que encarecían el mercado inmobiliario al premiar con la nacionalidad española a aquellos extranjeros que gastaran en una casa más de medio millón.
No existe en España un problema más grave que la vivienda. Con la excepción del cambio climático, no hay sobre la mesa una prioridad mayor. Especialmente para los jóvenes de las grandes ciudades, que se dividen en dos: los que pueden acceder a una vivienda y emancipar su vida y los que están condenados eternamente a la precariedad. Es la lotería más injusta: la diferencia entre acceder a una hipoteca y no poder hacerlo depende de si tu familia te puede ayudar. “
Joder, quién iba a decir que los precios de una necesidad básica para los humanos subirían tanto sin regulación. Es casi como si los que controlan el mercado de una necesidad básica cuya demanda no baja pueda subir los precios lo que quieran y aún así la gente seguirá comprando.