España no había acumulado nunca antes un volumen tan grande de deuda pública al cierre de un año. El gasto para hacer frente a las consecuencias económicas de las crisis de inflación y energía y de la invasión rusa de Ucrania ha pasado factura. El endeudamiento del conjunto de las administraciones públicas superó los 1,621 billones de euros en 2024, después de dispararse en más de 47.795 millones de euros en el ejercicio.
Sin embargo, el hecho de que la economía creciese con fuerza ayuda a moderar el nivel de deuda sobre PIB hasta el 101,8% y a que el Gobierno cumpla holgadamente sus compromisos con Bruselas. En el Plan Fiscal y Estructural enviado a la Comisión Europea, la hoja de ruta en la que se fija cómo será esa senda de reducción, el Ejecutivo de coalición pactó situar la deuda pública en el 102,5% del PIB a cierre del año pasado.