Son muchos los que se han embarcado en la placentera aventura de catar su receta favorita: tarta de queso (por cierto, aquí las mejores de España), churros con chocolate, croquetas o tortilla de patatas son algunas de las más veneradas. Los cruasanes, también. El aroma a mantequilla, la textura crujiente, ligera y delicada, con capas doradas de hojaldre que abrazan un relleno cremoso… ¿Cómo no rendirse a este dulce?

Aunque puedes encontrar cruasanes en casi cualquier cafetería e incluso supermercado, no todos valen la pena. Afortunadamente, existen creadores de contenidos dedicados a descubrirnos esos pequeños tesoros que sí lo valen. En este caso es Andrés Moreno (@amorenocastillo en Instagram), experto en recomendar los mejores restaurantes de Madrid, el que ha dado con un lugar digno de añadir a la ruta gourmet, especialmente si eres fan de este bollo. Lo mejor es que no se parece a ninguno que hayamos visto antes y está tan delicioso como el que más.

Se trata de un croissant redondo que se elabora por primera vez en Madrid y en unidades limitadas. De hecho, solo se puede encontrar durante algunos fin de semanas. Podríamos pensar que el único valor añadido es su original forma esférica, pero no: también va (muy) relleno de una elegante crema de manzana.

Esta propuesta es obra de PanDome, el obrador artesanal de pizzas, panes y bollería natural ubicado en Martín de Vargas, 6. Básicamente, en el centro de Madrid.

Recapitulemos, entonces. Este croissant es bueno, bonito y ¿barato? Teniendo en cuenta la complejidad que conlleva elaborarlo, 4€ la unidad resulta accesible, más aún después de saborear el bocado que te llevas de vuelta. El propio Andrés Moreno lo confirma con su reacción: “¡Wow, wow, wow, qué felicidad!”. Por si quedaba alguna duda, “sí, lo volvería a comprar”.

Headshot of Lucía Ruiz

Lucía Ruiz estudió Relaciones Internacionales y Comunicación y ahora continúa formándose con un Máster de Marketing de Moda. Escribe para aterrizar, para recordar, para existir. Es su manera de dar forma a la vida, de hacerla real. Por eso anota todo aquello que le hace feliz: la comida, los viajes y las nuevas experiencias no pueden faltar en la lista.