La selección española femenina de baloncesto quedó subcampeona el Eurobasket 2025. Una medalla de plata que dos semanas antes, con un equipo en el que hasta seis jugadoras disputaban su primer torneo oficial con España, parecía impensable. Pero que el desenlace de la final hizo dolorosa.
España perdió una final que ganaba por 12 puntos a falta de menos de tres minutos; la perdió contra Bélgica, el mismo verdugo que hace dos años; y la perdió por un mal pase en los segundos finales de Mariona Ortiz, una de las jugadoras más consistentes de todo el campeonato, sin la que habría sido imposible llegar hasta ahí.
La selección española, que había llegado hasta ahí agarrándose al parqué para levantar los partidos más complicados (cuartos de final contra Chequia, semifinales contra Francia), vio cómo Bélgica hilvanaba un parcial de 14-0 en menos de tres minutos para levantar un partido que tenía controlado al descanso, tal como hizo hace dos años.
Emma Meesseman, imperial con 16 puntos, 11 rebotes, siete asistencias y cinco robos en la final, volvió a ser elegida MVP del torneo. “Todavía no sé cómo hemos ganado. Mentalmente, en los últimos minutos, no sabía cómo íbamos a hacerlo. He vivido muchos partidos en mi carrera, pero nunca algo así. Y menos en una final”, aseguró la belga.
Pese a la decepción, tanto el seleccionador Miguel Méndez como la veterana Alba Torrens destacaron el valor de la plata para una selección joven, sin experiencia y que las lesiones obligaron a armar en apenas unas semanas.
“Quiero felicitar a mis jugadoras porque no es nada fácil construir un equipo en un mes y jugar un buen baloncesto, compartir el balón y defender como lo hemos hecho”, señaló Méndez en rueda de prensa. “Hoy es un día duro para nosotras, pero así es el deporte”.
“Estoy orgullosa de todo el equipo, de todas nosotras. Hemos mostrado muchas cosas buenas. Valoro mucho el trabajo que este año ha hecho y la medalla que hemos conseguido”, aseguró Torrens.
Una medalla que dos semanas antes parecía impensable; que en las primeras horas será la más dolorosa; que anuncia el futuro de la selección española femenina de baloncesto para el nuevo ciclo olímpico.