Juez HaciendaCristóbal Montoro, en una imagen de archivo.Alberto Ortega (Europa Press)

Una sospecha sobrevuela la investigación contra el exministro Cristóbal Montoro, imputado por haber beneficiado con reformas legales a empresas que pagaron grandes sumas de dinero a su antiguo bufete, Equipo Económico (EE): ¿Abandonó realmente los asuntos del despacho? Sobre el papel, sí: Montoro vendió sus participaciones en la sociedad en abril de 2008. Se desprendió de ellas, sin embargo, a un precio que no resulta razonable, inferior al del mercado, concluye la Agencia Tributaria en un informe enviado al juez de Tarragona Rubén Rus, que instruye el caso.

La Agencia Tributaria ha acabado desnudando financieramente a quien fue su máximo responsable entre 2011 y 2018, durante los Gobiernos de Mariano Rajoy. El informe, fechado en diciembre de 2023, repasa la historia de un bufete que se acabó convirtiendo, para empresas de muy diversos sectores (del gas a la electricidad pasando por las renovables o el juego) en la única puerta de entrada con garantías para lograr rebajas fiscales y cambios legislativos que les reportaron enormes beneficios.

Montoro y Asociados, nombre original del bufete, se constituyó en 2006 con un capital de 60.000 euros (a través de 6.000 participaciones a diez euros cada una). El exministro ostentaba el 30% del capital. Al año siguiente, compró más participaciones, hasta situarse en el 38%, pero sorprendentemente las vendió solo dos meses después. Los técnicos de Hacienda arquean la ceja ante esa maniobra, sobre todo porque, en su declaración de IRPF, “no consta venta alguna”. Para descubrir al comprador, Hacienda ha tenido que recurrir al índice único notarial, donde aparece su nombre: Javier Aguirre Nogués. Sería el vicepresidente del despacho hasta 2009.

En abril de 2008, Montoro transmitió sus 1.080 participaciones, por las que se embolsó 10.800 euros. “No declaró ganancia patrimonial” alguna con esa venta, puesto que las vendió al mismo precio que las había adquirido pese al despegue, en clientes y facturación, de EE: a diez euros cada una. No es “un precio razonable de venta”, dice Hacienda, porque no hay relación entre ese importe declarado y los “parámetros económico-financieros” de la empresa, su evolución en la consecución de beneficios.

Hay dos pistas que apuntan en esa dirección, dos valores de referencia. En las capitulaciones matrimoniales firmadas por uno de sus socios, Ricardo Martínez, quedó fijado un valor de 625 euros por participación. Y en una comprobación de Hacienda a su hermano Ricardo Montoro, en 2012, los técnicos señalaron que el valor real de las acciones que había vendido era de 227 euros la unidad. Por cierto que los dos Ricardos, personas de la máxima confianza del exministro, fueron quienes se quedaron con el control de Equipo Económico cuando Montoro puso rumbo al Ministerio de Hacienda de la mano de Mariano Rajoy.

Hacienda ha corroborado las sospechas que, a lo largo de la instrucción, ya habían expresado en sus informes los investigadores. Los Mossos señalaron que la transmisión de participaciones de los “miembros políticos” (Montoro) se hizo por el “valor nominal” (el que se da cuando una empresa se constituye) y no por el valor patrimonial (que tiene en cuenta su capacidad de generar negocio y beneficios, entre otros criterios). La transmisión, además, se ejecutó de forma “desproporcionada” (a unos socios más que a otros), lo que refuerza los indicios de que quizá esos nuevos titulares lo eran “de derecho, pero no de hecho”.

La UCO de la Guardia Civil señaló también, en otro informe, que ese “desfase” en lo percibido por los socios es un “indicador” de que los propios socios, o sus empresas, “pudieron constituir un cauce para canalizar los fondos a otros destinatarios, distintos de ellos” a través de empresas instrumentales.

Esa circunstancia, el uso de empresas fantasma (sin medios ni empleados), también la pone de manifiesto el informe de la Agencia Tributaria. Como Econodos (de Ricardo Martínez Rico, fundador y presidente económico del despacho desde 2008), que no tiene empleados y solo facturaba a Equipo Económico. O Tutman Fiscalia (Manuel de Vicente Tutor), que “no aporta ningún valor añadido relevante” ni tiene “medios materiales y humanos” para desarrollar labor alguna.

Un ingreso de Luxemburgo

Los técnicos señalan otras presuntas irregularidades en el desempeño de Montoro durante y después de su paso por Equipo Económico. 2007 fue el único año que declaró ingresos por su trabajo en el bufete: 200.000 euros. En un escrito dirigido al juez de Tarragona tras la aparición de noticias en medios de comunicación, los abogados del bufete lamentaron que se estuviera perjudicando su “reputación y buen nombre” al “vincular” a la empresa “con el señor Montoro”, que “se desvinculó en 2007″. A decir de Hacienda, ese vínculo solo acabó más tarde, en 2008.

Al analizar las seis cuentas bancarias de Montoro (en todas están autorizadas sus dos hijas), a Hacienda le “resulta llamativo” que el exministro no haya tenido relación con alguna cuenta de Equipo Económico. Los técnicos muestran igualmente su sorpresa al haber encontrado una recepción de divisas procedente de Luxemburgo, en febrero de 2019: más de 77.000 euros. El pagador, concluye el informe, “se desconoce”.