Las temperaturas sofocantes y el bochorno que azota España en plena ola de calor ha pillado por sorpresa a los millones de turistas que, como cada mes de agosto, visitan nuestro país. Para todos ellos, la botella de agua, la gorra o el sombrero se convierten en aliados imprescindibles para poder aprovechar sus días de vacaciones en las ciudades españolas sin que el intenso calor haga mella en sus agendas e itinerarios. 

La receta para todos ellos es clara: “Beber mucha agua, pasear por la sombra, descansar y no exponerse mucho al sol”, cuenta a 20minutos Juan Camilo, colombiano de 29 años que pasa unos días en Madrid. “El primer día que llegué el calor me dio bastante fuerte, ya hoy uno se va aclimatando, pero sigue siendo muchísimo”, admite.

El calor sofocante de estos días sorprende incluso a quienes llegan desde zonas del mundo acostumbradas a las temperaturas extremas: “Venimos de Sonora, y allí en verano hace como 50 grados, pero pensábamos que aquí se estaba más fresquito”, explican Eduardo y Karina, turistas mexicanos que pasan unos días en España.

“No pensábamos que fuera tan fuerte el calor, tenemos que beber agua constantemente”, explica Eduardo, aunque asegura que, pese al calor, quieren “aprovechar al máximo el tiempo”. “Sentarse en algún lugar, refrescarse y seguir caminando, ahora vamos a por un refresco y a seguir”, afirman a la sombra de un edificio en pleno centro de Madrid.

Sam, turista chino de visita en Madrid, admite su sorpresa ante el intenso calor: “Hace muchísimo, así que a pasear por la sombra y beber cosas fresquitas”, explica. Pese al bochorno, intenta aprovechar al máximo su visita a la capital, donde solo pasará unas horas: “Solo estaré hoy, esta noche me voy y hay que ver todo lo que se pueda”, subraya antes de continuar, botella de agua en mano, su ruta turística.

 “Cuando se esté más fresquito, por la noche, saldremos a una terraza”

A otros, el calor no les pilla por sorpresa: “Vimos las predicciones meteorológicas antes de venir, nosotros somos de Lisboa, y estamos acostumbrados a pasar bastante calor”, señala Dina, portuguesa que visita Madrid junto a su familia. La pauta es clara para el grupo: “Caminar por la sombra o pasar a las tiendas, donde hay aire acondicionado, beber mucho agua y descansar en las terrazas cada poco tiempo”. Es su primer día en Madrid, donde pasarán ocho días, prácticamente toda la duración esperada de esta ola de calor. “Cuando se esté más fresquito, por la noche, saldremos a una terraza a tomar algo”, concluyen antes de retomar su camino por el centro de la capital.

Si la botella de agua es el gran aliado de los turistas estos días, hay quienes tiran de ingenio con otros trucos para sobrellevar el calor: “Usamos estos ventiladores pequeñitos”, muestran a 20minutos Jamillah y Shimira, estadounidenses que visitan España desde Las Vegas y Los Ángeles respectivamente. “Tiene cinco velocidades, con esto y mucha agua seguimos adelante”, aseguran. 

El calor, dicen, no les pilla de sorpresa, puesto que en sus respectivos estados el calor también aprieta en verano: “En Las Vegas hace más calor que aquí, así que no pasa nada”. En Madrid concluyen su viaje a España tras pasar por Ibiza y Barcelona, aunque su paso por la capital está marcado por el bochorno extremo: “Es la ciudad más calurosa con diferencia, pero somos viajeras intrépidas”, afirman orgullosas.

El calor extremo, potencial enemigo del turismo de masas

Las proyecciones del Ministerio e Industria y Turismo, a través de Turespaña, apuntan a que cerca de 42 millones de turistas visitarán España en los meses de verano —junio, julio, agosto y septiembre—, una cifra que supondría un 3,2% más de visitas que el año pasado. Sin embargo, las olas de calor, como fenómenos cada vez más frecuentes e intensos en los veranos españoles, amenazan un sector vital para la economía española.

En 2024, el Ministerio de Sanidad avisó de que los fenómenos extremos como las olas de calor, acrecentadas por el cambio climático, suponen “un riesgo real” para el turismo. “Existe un riesgo claro de que las zonas con mayor afluencia turística se vuelvan menos habitables debido al aumento de las olas de calor y a noches mucho más calurosas”, explicó entonces el responsable de Salud y Cambio Climático del Ministerio de Sanidad, Héctor Tejero.