
La Semana Europea de la Movilidad (SEM), una iniciativa que se celebra cada año del 16 al 22 de septiembre, tiene como objetivo principal sensibilizar a ciudadanos y políticos sobre los efectos negativos del uso excesivo del automóvil en las ciudades, así como los beneficios de adoptar modos de transporte más sostenibles.
Surgida en 1999, esta campaña culmina cada 22 de septiembre con el Día Sin Coches, una jornada dedicada a buscar soluciones a los problemas de tráfico y contaminación. La electrificación es uno de los objetivos, pero los condicionantes sociales y económicos suponen una barrera que en España es más elevada que en el resto de Europa.
Esta Semana Europea de la Movilidad coincide el acercamiento de posturas entre la Comisión Europea y los principales fabricantes para adoptar medidas urgentes de cara a una descarbonización eficiente. Pero mientras la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado un plan para impulsar la producción de baterías en la UE, los líderes de la industria automovilística europea han alzado la voz, exigiendo un enfoque más pragmático ante lo que consideran objetivos regulatorios «letales».
En este contexto OBS Business School ha publicado el «V Informe sobre Movilidad Eléctrica» dirigido por la profesora y directora de Desarrollo de Empresas por la Movilidad Sostenible May López. Un documento en el que analiza la evolución durante el primer semestre del año, la tendencia de venta, el estado de la industria, la infraestructura de recarga y los cambios normativos.
Como dato positivo, España lideró entre enero y junio de este año el crecimiento de Europa tanto en matriculación de vehículos eléctricos como en despliegue de infraestructura de recarga. Pero en lo que respecta a la fabricación de eléctricos puros, sigue retrocediendo (-20,6%), descenso que se acumula al -27,1% de 2024, y encamina su producción hacia los HEV (híbridos no enchufables).
Por primera vez se matricularon en España más coches cien por cien eléctricos que diésel. Los híbridos enchufables (PHEV) crecieron siguiendo la tendencia observada en China y se posicionaron también por delante de los vehículos diésel. Los híbridos no enchufables (HEV) se consolidaron como primera opción de compra.
La apuesta por la movilidad eléctrica ya está generando impactos positivos en indicadores clave como los Gases de Efecto Invernadero (GEI), la calidad del aire y la eficiencia energética. España ha reducido las emisiones totales de GEI (-7,64%) y las del transporte (-3%) a pesar de que este sector sigue siendo el mayor emisor, de las que los turismos representan el 65% de las emisiones del transporte terrestre y, a pesar de que se redujeron un 1,9% frente a 2022, han aumentado hasta un 76% si comparamos con los niveles de 1990.
También mejoran dos indicadores clave para la calidad del aire: las emisiones de NOx (óxidos de nitrógeno) y PM2,5 (partículas), de las que el transporte sigue siendo responsable en un 35% y 8% del total respectivamente, y de más de 20.000 muertes prematuras. Si bien el transporte español también ha reducido sus emisiones de NOx (-5%) y PM2,5 (-2,8%) y cumple con los límites legales, todas las estaciones de medición superan los valores establecidos por la OMS para MP2,5 y más de la mitad para NOx.
Aumenta la edad media del parque
Según el informe «La posventa (in)sostenible» de Solera, los vehículos chinos apenas representan el 0,5% de los coches en España, frente al 80% de coches europeos. La mayor parte de los coches chinos son electrificados, pero en el parque español la suma de eléctricos e híbridos en sus distintas modalidades no llega al 8% del total.
Así, en España sigue predominando el diésel, pues casi 6 de 10 coches (57%) tienen esta motorización, mientras que los gasolina son el 34%. En ello tiene mucho que ver el envejecimiento del parque: si en la actualidad el 47% de los coches tienen más de 15 años, los de menos de 5 años son sólo el 17%.
Para José Luis Gata, responsable de Posventa de Solera, «es necesario duplicar el volumen de bajas actual. En un país como España donde la tendencia es matricular anualmente en torno a 1,2 millones de vehículos, en cambio se dan de baja entre 600.000 y 700.00 al año. Por tanto, el parque, además de envejecer, no hace más que crecer en volumen porque no es capaz de igualar nacimientos y fallecimientos».
En la actualidad en España circulan 5 millones de coches más que en 2015, pero del total tan solo un 8% tienen una edad inferior a 10 años. Según el informe de Solera esta tendencia se agudizará en los próximos años, con la previsión de 6,4 millones de turismos más, por encima de la barrera de los 35 millones, pero la mitad de ellos tendrán más de 15 años.
En el mundo
La movilidad eléctrica crece en el mundo a un ritmo de doble dígito (+29%) impulsado especialmente por el mercado chino (66% de las matriculaciones) y por Europa (22%). En el primer semestre de este año se vendieron más de 9 millones de unidades (se prevén 20 millones a finales de año), lo que supone que uno de cada cinco coches nuevos ya es eléctrico. Esto es una cuota de mercado del 20% y 58 millones de coches eléctricos en circulación en el mundo.
En el ámbito de la cadena de suministro, mientras que la UE sólo produce el 7% de las baterías a nivel mundial, China concentra el 90% del refinado de tierras raras y dos tercios del procesado de minerales críticos, y consolida así su dominio en las fases más estratégicas del sector.
Se espera que en 2030 uno de cada cinco coches que circulen por las carreteras europeas sea eléctrico. Pero esta velocidad dependerá de la incertidumbre geopolítica y los cambios normativos. Ejemplo de ello es el impacto de los nuevos aranceles a los esquemas de subsidios.
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