La empresa Babia Capital, propietaria del ático en el barrio madrileño de Chamberí del que disfrutan Isabel Díaz Ayuso y su pareja, Alberto González Amador, compró ese piso de lujo en julio de 2023 al contado y con dinero prestado de un tercero. Así se desprende de las últimas cuentas anuales de esa sociedad, que reflejan que alguien (una persona física o una empresa) le prestó 955.000 euros en 2023.
Ese inmueble en Chamberí a nombre de Babia, con 186 metros cuadrados de superficie, está en el mismo edificio que el piso de 176 metros que González Amador compró en julio de 2022, después de su fraude fiscal, y en el que vive junto con la presidenta de la Comunidad de Madrid tras realizar obras ilegales.
Ese piso de González Amador tiene una hipoteca de medio millón y se compró días después de que Ayuso se mostrase en una entrevista en El Mundo “harta” de vivir de alquiler y con “ilusión” por comprarse una vivienda, pese a que los precios en la capital, dijo, están “por las nubes”.
Sobre el ático que compró Babia Capital, en cambio, no pesa ninguna hipoteca, según el Registro de la Propiedad. Las cuentas de 2023 que la empresa acaba de remitir al Registro Mercantil confirman también que Babia tampoco pidió dinero a los bancos para adquirirlo.
La inmobiliaria, sin ningún empleado y con una actividad muy discreta (en 2023 declaró una facturación de algo más de 200.000 euros), compró ese ático sin vender patrimonio, ni recurrir a dinero de sus socios, ni de empresas vinculadas. Según las cuentas ahora presentadas, tampoco recurrió a financiación bancaria, que habría sido lo normal tratándose de una empresa de una dimensión tan pequeña, incapaz de afrontar una operación de ese importe con sus propios recursos.
En lugar de eso, Babia recibió dinero de un tercero: 955.000 euros que en sus cuentas figuran en la partida de “Otras deudas a largo plazo” del pasivo no corriente. Esa partida, que en 2022 ascendía a cero euros, corresponde a un préstamo que alguien, un particular o empresa, otorgó en 2023 a Babia para acometer la compra del ático. Las cuentas no dan ninguna información sobre las condiciones de esa deuda a largo plazo, como el tipo de interés, si existe o no periodo de carencia o el plazo de devolución.
Tampoco detallan las cuentas cuáles son los inmuebles que tiene Babia. Pero sí reflejan que la partida de “Deudas con entidades de crédito”, donde las empresas se apuntan la deuda con los bancos, se mantuvo en 2023 prácticamente igual. Incluso se redujo, hasta los 523.263 euros, frente a 563.029 euros un año antes.
Este importe correspondería a dinero prestado por una entidad financiera para acometer la compra del único activo que Babia tenía hasta 2023: un inmueble en Alzira (Valencia) que adquirió en octubre de 2019 en una subasta organizada por la Agencia Tributaria. El local figura inscrito en el Registro de la Propiedad como un cine, que cerró hace ya muchos años. Desde hace más de una década el local alberga un establecimiento de una conocida cadena de supermercados.
El año pasado, el activo de Babia Capital creció en 2023 en un millón, hasta 1.662.571,65 euros. Dentro del activo, la partida de “inmovilizado material” (ahí se contabilizan por ejemplo los inmuebles) alcanzó 1.579.971,93 euros, tras sumar 942.410 euros el pasado ejercicio.
Esa diferencia correspondería al importe de adquisición del ático. El pasado ejercicio, Babia Capital duplicó su cifra de negocios, que pasó de 97.107,38 euros a 200.812,07 euros. El beneficio declarado fue de apenas 44.340 euros, frente a los 13.642 euros de un año antes.
Ayuso nunca ha dado explicaciones sobre este inmueble, que tiene una amplia terraza y que la pareja destina a recibir visitas, cenas y otros encuentros. También han dedicado una parte a habilitarlo para la práctica de deporte. Se compró dos días después de que, con una significativa demora, se inscribiera en el Registro de la Propiedad la compra del piso a nombre de la pareja de Ayuso. González Amador registró la operación un año después de la adquisición del inmueble, tras las elecciones autonómicas de mayo.
Babia Capital se constituyó en León en 2019. Su administrador único es Javier Gómez Fidalgo, fiscalista muy conocido en esa ciudad que es el abogado que representó a González Amador en la inspección de la Agencia Tributaria que derivó en la denuncia de la Fiscalía contra él. Como dueño de la mayoría de las acciones de Babia figura Jorge Carlos Pablos Alonso, un hostelero de la capital leonesa.
A León está muy vinculado Fernando Camino, cliente de Javier Gómez, primer ejecutivo de Quirón Prevención, y clave en el ascenso profesional de la pareja de Ayuso, que multiplicó por cuatro los pagos recibidos de Quirón tras iniciarse su relación con la presidenta de la Comunidad de Madrid. Desde hace años González Amador tiene como principal y casi único cliente al gigante de la sanidad privada Quirón, del grupo alemán Fresenius.
¿De quién es el casoplón de Ayuso que se pagó a tocateja?
Están disfrutando, parece que gratis, de un piso que, casualmente, está encima del que se han comprado con dinero defraudado.
Ese piso da la casualidad de que además está pagado a “tocateja” con un “préstamo” de alguien desconocido a través de una sociedad que sólo tiene dos propiedades.
Y da la casualidad, también, de que el administrador de esta sociedad es el abogado del delincuente confeso y novio de Ayuso.
A mi nunca me tocan estas casualidades.
Espera, espera. Que aún tienen que llegar los ingenuos a decir que si un juez no dictamina que hay delito es que no lo hay, y somos todos unos malpensados.
Que tiempos en los que se hablaba del casoplón de Iglesias.
Me haría muchísima ilusión ver a Ayuso entre rejas.
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La empresa Babia Capital, propietaria del ático en el barrio madrileño de Chamberí del que disfrutan Isabel Díaz Ayuso y su pareja, Alberto González Amador, compró ese piso de lujo en julio de 2023 al contado y con dinero prestado de un tercero. Así se desprende de las últimas cuentas anuales de esa sociedad, que reflejan que alguien (una persona física o una empresa) le prestó 955.000 euros en 2023.
Ese inmueble en Chamberí a nombre de Babia, con 186 metros cuadrados de superficie, está en el mismo edificio que el piso de 176 metros que González Amador compró en julio de 2022, después de su fraude fiscal, y en el que vive junto con la presidenta de la Comunidad de Madrid tras realizar obras ilegales.
Ese piso de González Amador tiene una hipoteca de medio millón y se compró días después de que Ayuso se mostrase en una entrevista en El Mundo “harta” de vivir de alquiler y con “ilusión” por comprarse una vivienda, pese a que los precios en la capital, dijo, están “por las nubes”.
Sobre el ático que compró Babia Capital, en cambio, no pesa ninguna hipoteca, según el Registro de la Propiedad. Las cuentas de 2023 que la empresa acaba de remitir al Registro Mercantil confirman también que Babia tampoco pidió dinero a los bancos para adquirirlo.
La inmobiliaria, sin ningún empleado y con una actividad muy discreta (en 2023 declaró una facturación de algo más de 200.000 euros), compró ese ático sin vender patrimonio, ni recurrir a dinero de sus socios, ni de empresas vinculadas. Según las cuentas ahora presentadas, tampoco recurrió a financiación bancaria, que habría sido lo normal tratándose de una empresa de una dimensión tan pequeña, incapaz de afrontar una operación de ese importe con sus propios recursos.
En lugar de eso, Babia recibió dinero de un tercero: 955.000 euros que en sus cuentas figuran en la partida de “Otras deudas a largo plazo” del pasivo no corriente. Esa partida, que en 2022 ascendía a cero euros, corresponde a un préstamo que alguien, un particular o empresa, otorgó en 2023 a Babia para acometer la compra del ático. Las cuentas no dan ninguna información sobre las condiciones de esa deuda a largo plazo, como el tipo de interés, si existe o no periodo de carencia o el plazo de devolución.
Tampoco detallan las cuentas cuáles son los inmuebles que tiene Babia. Pero sí reflejan que la partida de “Deudas con entidades de crédito”, donde las empresas se apuntan la deuda con los bancos, se mantuvo en 2023 prácticamente igual. Incluso se redujo, hasta los 523.263 euros, frente a 563.029 euros un año antes.
Este importe correspondería a dinero prestado por una entidad financiera para acometer la compra del único activo que Babia tenía hasta 2023: un inmueble en Alzira (Valencia) que adquirió en octubre de 2019 en una subasta organizada por la Agencia Tributaria. El local figura inscrito en el Registro de la Propiedad como un cine, que cerró hace ya muchos años. Desde hace más de una década el local alberga un establecimiento de una conocida cadena de supermercados.
El año pasado, el activo de Babia Capital creció en 2023 en un millón, hasta 1.662.571,65 euros. Dentro del activo, la partida de “inmovilizado material” (ahí se contabilizan por ejemplo los inmuebles) alcanzó 1.579.971,93 euros, tras sumar 942.410 euros el pasado ejercicio.
Esa diferencia correspondería al importe de adquisición del ático. El pasado ejercicio, Babia Capital duplicó su cifra de negocios, que pasó de 97.107,38 euros a 200.812,07 euros. El beneficio declarado fue de apenas 44.340 euros, frente a los 13.642 euros de un año antes.
Ayuso nunca ha dado explicaciones sobre este inmueble, que tiene una amplia terraza y que la pareja destina a recibir visitas, cenas y otros encuentros. También han dedicado una parte a habilitarlo para la práctica de deporte. Se compró dos días después de que, con una significativa demora, se inscribiera en el Registro de la Propiedad la compra del piso a nombre de la pareja de Ayuso. González Amador registró la operación un año después de la adquisición del inmueble, tras las elecciones autonómicas de mayo.
Babia Capital se constituyó en León en 2019. Su administrador único es Javier Gómez Fidalgo, fiscalista muy conocido en esa ciudad que es el abogado que representó a González Amador en la inspección de la Agencia Tributaria que derivó en la denuncia de la Fiscalía contra él. Como dueño de la mayoría de las acciones de Babia figura Jorge Carlos Pablos Alonso, un hostelero de la capital leonesa.
A León está muy vinculado Fernando Camino, cliente de Javier Gómez, primer ejecutivo de Quirón Prevención, y clave en el ascenso profesional de la pareja de Ayuso, que multiplicó por cuatro los pagos recibidos de Quirón tras iniciarse su relación con la presidenta de la Comunidad de Madrid. Desde hace años González Amador tiene como principal y casi único cliente al gigante de la sanidad privada Quirón, del grupo alemán Fresenius.
¿De quién es el casoplón de Ayuso que se pagó a tocateja?
Están disfrutando, parece que gratis, de un piso que, casualmente, está encima del que se han comprado con dinero defraudado.
Ese piso da la casualidad de que además está pagado a “tocateja” con un “préstamo” de alguien desconocido a través de una sociedad que sólo tiene dos propiedades.
Y da la casualidad, también, de que el administrador de esta sociedad es el abogado del delincuente confeso y novio de Ayuso.
A mi nunca me tocan estas casualidades.
Espera, espera. Que aún tienen que llegar los ingenuos a decir que si un juez no dictamina que hay delito es que no lo hay, y somos todos unos malpensados.
Que tiempos en los que se hablaba del casoplón de Iglesias.
Me haría muchísima ilusión ver a Ayuso entre rejas.