La expareja sentimental de José Luis Ábalos, Jessica Rodríguez, ha dejado este jueves un testimonio «impactante», según las fuentes consultadas en el Tribunal Supremo, donde ha declarado como testigo en la causa en la que se investiga al diputado por presuntamente cobrar comisiones ilegales … del empresario Víctor de Aldama cuando era ministro de Transportes. Unas mordidas que también habría recibido, según la investigación, su mano derecha en el Ministerio de Transportes, Koldo García.
Rodríguez ha aparecido en el Alto Tribunal con una apariencia muy distinta a la que tenía cuando mantenía una relación sentimental con Ábalos y le acompañó a viajes (algunos oficiales) durante los que fueron fotografiados. Entonces, llevaba una melena rubia y lisa. Ha despistado a fotógrafos y periodistas con una oscura y con flequillo.
La mujer, que ha acudido como testigo, relató ante el instructor, el fiscal y los abogados de las acusaciones populares y las defensas que cobró durante dos años y medio, mes a mes, el salario mínimo interprofesional de las empresas públicas Ineco y Tragsa a pesar de que nunca fue a trabajar a ellas.
En Ineco, dependiente del Ministerio de Transportes, estuvo contratada entre febrero de 2019 y febrero de 2021. En Tragsatec, del grupo Tragsa dependiente de Agricultura, entre marzo de 2021 y septiembre de 2021. En ambos casos, fue contratada como auxiliar administrativa. Fue el hermano de Koldo García, Joseba García -también investigado en la trama de Víctor de Aldama por las presuntas comisiones a cambio de traer material sanitario a España durante la pandemia, aunque en su caso en la Audiencia Nacional- quien la colocó.
Según ha explicado ella misma, la llamaron sin necesidad de que enviara el currírulum a ningún sitio y fue después de que Ábalos le dijera que tenía que compaginar sus estudios con un trabajo. Ha afirmado que hizo una entrevista muy sencilla y le entregaron un portátil que únicamente usó para realizar un curso de riesgos laborales y fichar una vez por semana, según las fuentes jurídicas presentes en su declaración. Quedó a la espera de que Joseba, para quien trabajaría como auxiliar administrativa, la llamara para decirle qué necesitaba. Pero durante dos años no necesitó nada y ella no desempeñó ninguna labor. Sí cobró, mes a mes, el salario mínimo interprofesional que, en ese momento, era de 900 euros.
El 23 de febrero de 2021, según consta en los mensajes incorporados a la causa y al que hizo referencia el fiscal durante el interrogatorio, Jessica Rodríguez escribe a Ábalos para informarle: «El domingo termino en Ineco, me han mandado un ‘mail’ y tengo que devolver el material al responsable».
Pocos días después, el 2 de marzo de 2021, comenzó a trabajar en Tragsatec. La testigo ha afirmado ante el juez, visiblemente afectada según los presentes, llorando en algunos momentos de su declaración, que ella no hizo ninguna entrevista. Ha achacado que le hicieran un nuevo contrato a que Joseba García lo «cambiase». En Tragsatec también fue contratada como auxiliar administrativa y también cobró, durante seis meses, el salario mínimo que en ese momento había ascendido a 965 euros. En aquél caso, ni siquiera supo ubicar las oficinas del puesto para el que fue contratada. En total, de ambos trabajos, durante el tiempo que estuvo contratada, habría cobrado 27.390 euros.
Ella ha afirmado que ni siquiera sabía que Ineco era una empresa pública, «ahora lo he escuchado», sino que pensaba que se trataba de una empresa privada. En cuanto al trabajo en Tragsa, ha amnifestado que ni siquiera tenía interés en él. «No me venía bien trabajar», ha confesado, según trasladaron las fuentes jurídicas presentes.
Las fechas en las que Jessica Rodríguez cobró de dos empresas públicas dependientes de Transportes y Agricultura coinciden con las mismas en las que estuvo viviendo en un piso del exclusivo edificio Torre de Madrid de la céntrica plaza de España que habría costeado Víctor de Aldama, según declaró él mismo, a través de su socio Luis Alberto Escolano.
Cerca de Ferraz
El piso tenía un coste de 2.700 euros al mes y lo eligió ella misma, según le indicó Ábalos, aunque fue a visitarlo con Escolano y Koldo García. Los investigadores encuadran el pago del piso a Jessica Rodríguez como una supuesta comisión encubierta al ministro Ábalos. De ahí que este jueves ella fuera interrogada al respecto.
Según su relato, fue el propio Ábalos quien le dijo que buscase un piso porque quería visitarla semanalmente y ella compartía uno previamente con compañeras. Rodríguez ha explicado que le dijo a él qué pisos le gustaban, eligiendo concretamente uno que estuviera cerca de Ferraz y de su universidad y que fue Koldo García quien se puso en contacto con ella para concertar el día de la visita con Escolano. Ha afirmado que no sabía quién pagaba el piso, pero entendía que Koldo siempre hacía lo que el entonces ministro le decía. Todo lo relativo al piso, como una rotura que tuvo del frigorífico, lo hablaba con Escolano y, si este no le respondía, entonces le decía a Koldo García.
Estuvo allí entre 2019 y 2022. En noviembre de 2021, cuatro meses después del cese de Ábalos, ambos le transmitieron que se tenía que ir «ipso facto» de la vivienda porque se adeudaban cuatro mensualidades.
Sobre la relación entre ambos, la mujer ha afirmado que se trató de una relación sentimental que ella entendió como «monógama», aunque él continuase compartiendo «techo» con su mujer e hijos, que comenzó en octubre de 2018. En noviembre de 2019, según afirmó, rompieron porque aunque él le había prometido que se iba a divorciar, no lo hizo y no quiso sentirse un «segundo plato».
Aún así, compartieron algún viaje juntos posteriormente, como uno a Sevilla, y siguieron viéndose puntualmente, según el testimonio de la mujer. Ella, además, mantuvo tanto el piso que supuestamente ambos acordaron que buscara y los trabajos que le reportaron ingresos. Además, ella ha afirmado que Ábalos le dio dinero para pagar la carrera y, a veces, también en metálico para que «me pagara mis cosas», dijo.