El túnel, que conecta el Baix Guinardó y el Carmel, es objeto de obras de renovación para mejorar la seguridad y la eficiencia energética. Las actuaciones incluyen la excavación de tres galerías de evacuación, la renovación de las instalaciones de seguridad y la instalación de sistemas para detectar incendios.
La nueva fase de las obras comportará cortes de circulación desde el 23 de marzo. El túnel en sentido descendente se cerrará completamente durante cuatro meses, con trabajos ininterrumpidos las 24 horas del día. En agosto del 2025 las obras se trasladarán al túnel en sentido ascendente, que también se cerrará totalmente durante un mes más.
La seguridad es el motivo principal de esta intervención, que también incluirá la sustitución del pavimento, la renovación del alumbrado con tecnología LED y la mejora del sistema de ventilación. Además, se solucionarán las filtraciones de agua y se renovará el drenaje para garantizar un funcionamiento óptimo.
El proyecto representa un esfuerzo para adaptar una infraestructura que data de 1987 a los estándares actuales y hacer un túnel moderno y más seguro. El conjunto de la inversión será de 17,4 millones de euros.