La plaza de España es uno de los emblemas de la ciudad de Sevilla. Quien no la haya visitado, se está perdiendo un lugar en el que el agua y la piedra se enlazan en una fusión de estilos que lo hacen único. Uno de los enclaves más visitados de la capital hispalense tiene un denominador común con el edificio de un pueblo de Córdoba: el hombre que lo hizo posible.

El principal referente de la arquitectura regionalista sevillana tardó 14 años en finalizar un proyecto eterno como la plaza de España de la ciudad que lo vio nacer. Seis años antes de que se adentrase en esa gran obra, Aníbal González Álvarez-Ossorio (1876-1929) levantó un edificio muy particular en una localidad cordobesa. Pero, ¿qué llevó a este prestigioso arquitecto a dejar su impronta en una casa de la provincia de Córdoba?

Un hombre ‘exquisito’

No fue otra cosa que amistad. Según cuentan los dueños actuales y el Ayuntamiento local se ha encargado de divulgar, el antiguo propietario, un hombre “adinerado y de gustos refinados” apodado El Exquisito conoció a Aníbal González cuando estudiaba en Sevilla. Entablaron amistad y, años después, le pidió al arquitecto que diseñara la propiedad.

El arquitecto Aníbal González.

El arquitecto Aníbal González. / Córdoba

¿El resultado? Una casa con bajo y dos plantas de igual tamaño que destaca, sobre todo, por su diseño exterior. El edificio llama la atención porque resalta entre la arquitectura popular típica de la provincia. Con un estilo modernista, presenta un acabado en ladrillo limpio dispuesto en hiladas, con los dinteles, los zócalos y la cornisa realizadas en granito.

Las esquinas redondeadas del edificio recuerdan, salvando las distancias, al Gran Café de París, en Sevilla, aquel lugar que reunió a tantos toreros y artistas el siglo pasado. Otro detalle apreciable es la forja de las rejas de los balcones, un elemento que el arquitecto también empleó en otras obras.

Casa de Anibal González, en Villanueva de Córdoba.

Casa de Anibal González, en Villanueva de Córdoba. / Córdoba

El edificio, conocido como Casa de Aníbal González, se construyó en 1908 y es una de las principales construcciones del patrimonio de Villanueva de Córdoba, tres plantas estilizadas que contrastan con el blanco del enlucido que presentan el resto de viviendas.

La Casa de Aníbal González, en Villanueva de Córdoba.

La Casa de Aníbal González, en Villanueva de Córdoba. / Córdoba

Una huella entre un vasto legado

Seis años después de dejar su impronta en esta localidad de la comarca de Los Pedroches, el sevillano inicio el diseño de una de sus obras más destacadas. La plaza de España se inauguraría en 1929 y pasaría a ser uno de los tesoros más preciados de la capital andaluza.

Sevilla cobrará una entrada a los turistas para acceder a la plaza de España.

La plaza de España de Sevilla. / David Arjona / Efe

Aníbal González fue uno de los arquitectos más destacados del país y dirigió la Exposición Iberoamericana entre 1911 y 1926. Además, presidió la Asociación de Arquitectos de Andalucía. Los azares de la vida le llevaron a marcar su huella, entre un vasto legado, en este rincón de Córdoba.