Baldo Cortón |
Cartagena (Murcia) (EFE). – El Instituto Español de Oceanografía (IEO) está dando pasos decisivos hacia el objetivo de cerrar el ciclo completo de la cría del atún rojo en cautividad, desde la fase larvaria hasta la juvenil, un reto científico clave para garantizar la sostenibilidad de esta especie emblemática.
El jefe de Acuicultura del IEO, Aurelio Ortega, ha relatado a EFE esta fase de investigación durante una jornada organizada en Cartagena por la asociación Acuicultura de España en la que se combinó divulgación científica, gastronomía y desarrollo empresarial en el campo del atún rojo en el Mediterráneo.
Un ciclo cerrado significa que toda la producción de peces se hace sin necesidad de capturar ejemplares salvajes, desde la reproducción de los progenitores estimulando su maduración sexual imitando las condiciones naturales de desove, en este caso en cautividad, tras lo que se recolectan los huevos fecundados que se incuban en tanques especiales.
Las larvas recién nacidas son extremadamente frágiles: necesitan agua de altísima calidad, microalgas y alimento vivo (copépodos, rotíferos, artemia). Esta fase es la más crítica, pues la mortalidad puede ser muy alta si no se controla el ambiente y la dieta. Una vez que las larvas se transforman en juveniles aceptan piensos especiales en grandes tanques donde crecen rápidamente.
 Un barco suministra pescado a los atunes en cautividad en una picisfactoría frente a la costa de Cartagena. EFE/Marcial Guillén
Un barco suministra pescado a los atunes en cautividad en una picisfactoría frente a la costa de Cartagena. EFE/Marcial Guillén
Hace 25 años Japón logró esta hazaña y en España el IEO desde hace tres años ha conseguido «puestas» viables de alevines de atún, aunque la elevada mortalidad de juveniles (superior al 50 %) sigue siendo un obstáculo para que llegue a ser comercial.
Por otro lado, el IEO trabaja en nuevos indicadores de bienestar animal que eviten manipular directamente a los peces durante su cría. “Queremos medir su estado sin estresar al atún a través de parámetros en el agua como la existencia de poblaciones bacterianas o de niveles de cortisol”, ha explicado.
Además, el centro está explorando el uso de cámaras con inteligencia artificial y sensores internos para monitorizar movimientos, frecuencia cardíaca y temperatura corporal.
“En el caso del atún rojo, España es puntera. Somos los únicos que contamos con una instalación capaz de cultivarlo en cautividad y cada año recibimos visitas de investigadores de todo el mundo”, ha subrayado Ortega.
España es líder mundial
Garazi Rodríguez, portavoz de Acuicultura de España y responsable de los planes de producción y comercialización de la asociación de empresarios Apromar, recuerda que España es líder mundial en acuicultura de atún rojo y concentra más especialistas en la materia que cualquier otro país.
 Vista de una picisfactoría de atún rojo frente a la costa de Cartagena. EFE/Marcial Guillén
Vista de una picisfactoría de atún rojo frente a la costa de Cartagena. EFE/Marcial Guillén
Según la asociación, cada año España importa unas 1.700 toneladas de pescado de pesca y acuicultura de terceros países, muchos de ellos con estándares de calidad y control mucho menos exigentes que los europeos. Acromar subraya que el potencial de España para desarrollar acuicultura a escala de la demanda nacional «es enorme”, y que esta actividad garantiza alimentos seguros, sin anisakis, metales pesados ni microplásticos, gracias a la alimentación controlada de los peces cultivados.
Atún de acuicultura: más omega-3 y menos mercurio
Uno de los aspectos más destacados de la jornada fueron los aportes nutricionales del atún rojo de acuicultura. El divulgador y experto en nutrición Pablo Ojeda, miembro del Comité Científico de Acuicultura de España, explica que el atún es “uno de los tesoros de nuestra gastronomía” por su sabor y su perfil nutricional.
Ojeda detalla que el atún rojo de acuicultura presenta un incremento notable de ácidos grasos omega-3 (más de 2,5 puntos respecto al salvaje) y un mayor contenido en selenio, un antioxidante que favorece la piel, las uñas y la función tiroidea. Además, el contenido de mercurio se mantiene en niveles más bajos: entre 0,50 y 0,60 microgramos por kilo, frente a los 0,68 del salvaje.
 Un barco suministra pescado a los atunes en cautividad en una picisfactoría frente a la costa de Cartagena. EFE/Marcial Guillén
Un barco suministra pescado a los atunes en cautividad en una picisfactoría frente a la costa de Cartagena. EFE/Marcial Guillén
“El atún de acuicultura es absolutamente fundamental en una dieta equilibrada, sobre todo en un contexto donde abunda la comida ultraprocesada”, afirma el nutricionista, quien también destaca que su consumo ayuda a combatir la sarcopenia, es decir, la pérdida de masa muscular asociada a la edad: “Un filete fresco a la semana puede marcar la diferencia en la salud de los mayores”.
El Mediterráneo, un mar cada vez más caliente
Por su parte, el representante empresarial Aurelio Cegarra pone sobre la mesa la preocupación del sector por el aumento de las temperaturas en el Mediterráneo. “En verano hemos registrado hasta 28 y 29 grados en superficie, lo que genera estrés adicional en los atunes”, explica. No obstante, recuerda que estos animales pueden refugiarse en profundidades de 15 a 18 metros para aliviar la temperatura.
En cuanto al cultivo, precisa que los atunes en acuicultura superan los 10 años de edad y alcanzan pesos de más de 150 kilos, con una voracidad notable: Llegan a consumir diariamente hasta un 10 % de su peso.
