La madrugada del domingo 27 de octubre, a las tres de la madrugada volverán a ser las dos, y la noche tendrá una hora más de duración. Con este cambio comienza el horario de invierno, que se mantendrá hasta el mes de marzo, durante cinco meses. El horario de verano, en cambio, tiene una duración de siete meses.
A partir de este fin de semana, los días serán más cortos y amanecerá antes. Se recomienda revisar los dispositivos analógicos, como relojes o despertadores, para asegurarse de que marcan la hora correcta.
El origen del cambio de hora se remonta a 1974, tras la crisis del petróleo, cuando varios países optaron por adaptar los horarios a la luz solar para reducir el consumo de energía y aprovechar mejor las horas de sol.
¿Es una buena medida de ahorro?
El horario de invierno permite tener más luz natural a primera hora de la mañana, cuando se concentran la mayoría de desplazamientos. Sin embargo, diversos estudios apuntan que el ahorro energético real es muy reducido, y se estima en torno a 6 euros anuales por hogar.