Elegir una carrera universitaria representa una de las decisiones más trascendentales en la vida de cualquier joven. Entre las cosas a considerar se encuentra la vocación personal, las expectativas familiares y, sobre todo, la proyección profesional que cada titulación puede ofrecer. Aunque la pasión suele ser el motor inicial, factores como la empleabilidad y la estabilidad laboral terminan por inclinar la balanza.
Dentro de este panorama, hay disciplinas que, pese a ofrecer excelentes perspectivas, no logran atraer la atención que merecen. Una de ellas es el Grado en Química, tradicionalmente visto como una carrera exigente, pero cuya dificultad se ve recompensada con una de las tasas de inserción laboral más altas del país. En 2024, la empleabilidad de los graduados en Química alcanzó el 93%, según recoge El Periódico, una cifra que sitúa a estos profesionales entre los más solicitados del mercado.
Los trabajos que pueden desempeñar los químicos
Pese a no ser una de las titulaciones más demandadas por los estudiantes, las empresas e instituciones españolas muestran interés creciente en estos perfiles. El abanico de oportunidades laborales para un químico es amplio. Su formación les permite desempeñarse en la industria alimentaria, farmacéutica, energética o cosmética, así como en laboratorios de control de calidad, investigación o salud pública.
Además, el contexto global está impulsando la demanda de químicos. La preocupación por la sostenibilidad y el desarrollo de una economía verde ha convertido a la química en un pilar de la innovación. Los profesionales de esta disciplina están participando activamente en la búsqueda de fuentes de energía renovables, el diseño de materiales biodegradables, la gestión de residuos.
El sueldo de un químico
Otro aspecto que refuerza el atractivo de esta carrera es el salario medio. Un químico recién egresado puede iniciar su trayectoria con ingresos cercanos a los 19.300 euros brutos anuales, pero la progresión salarial es constante, es decir, el salario puede ascender a unos 33.700 euros anuales, y los profesionales sénior con más de dos décadas de trayectoria pueden alcanzar cifras de hasta 59.000 o incluso 70.000 euros al año.
El promedio general se sitúa alrededor de 35.000 euros brutos anuales, equivalente a unos 1.930 euros netos mensuales, lo que representa un 48% más que la media española.