Un año, un mes y seis días. Es lo que ha tardado el Ayuntamiento de Badajoz en reponer la parte superior de tres farolas María Cristina -así se llama el modelo de este diseño clásico de hierro forjado- que se cayeron el 12 de noviembre de 2024 cuando se estaban colocando las luces de Navidad en la plaza de España.
No es que el ayuntamiento no haya querido ponerlas. Al contrario. Es lo que se desprende de la explicación de esta tardanza. Según han venido explicando cuando se les ha preguntado por el retraso, se trata de un material que no existe en almacén, que se fabrica a medida y “para ocasiones especiales”. Fuentes municipales insisten en que ha habido “problemas” con la fundición durante el proceso, que han retrasado la entrega. La última previsión es que las nuevas farolas se repusiesen antes del encendido navideño de este año, que tuvo lugar a finales de noviembre. No pudo ser. Al menos han llegado antes de los días clave de la Navidad, fijados en el calendario para la próxima semana.
Desde 2002
Las farolas María Cristina se colocaron en la céntrica plaza de España de Badajoz con la remodelación que acometió el ayuntamiento en 2002. El año pasado, los trabajadores de la empresa encargada de instalar los adornos navideños tuvieron la cuestionable idea de engancharlos a estas luminarias. Al tensar uno de los cables, una de las farolas cedió y derribó otras dos por efecto dominó. Ocurrió sobre las dos de la madrugada y, afortunadamente, no causaron daños personales ni tampoco desperfectos mayores en el entorno.
La instalación de la iluminación navideña de Badajoz es portadora constante de anécdotas, sustos y apuros y la plaza de España los sufre particularmente. Este año, en la misma zona donde hoy jueves se están reponiendo las farolas María Cristina, cuando se estaban colocando las guirnaldas que cubren el cielo de la plaza, cedieron y cayeron sobre el suelo a los pies de la escultura de Luis de Morales, testigo directo de los últimos desaguisados lumínicos.

Trabajdores del ayuntamiento colocan este jueves las farolas María Cristina. / J. H.
El motivo de este último percance fue que se desenganchó el tensor que rodea la torre de la catedral, al que va sujetas las tiras de luces led. En esta ocasión, el susto sí pudo ir a más porque era mediodía, una hora de habitual trasiego de ciudadanos por esta plaza, que se dirigen a realizar sus trámites al ayuntamiento, de donde además en ese momento salía un numeroso grupo de escolares que acababa de visitarlo.
Las guirnaldas fueron recolocadas pero, con buen criterio, el servicio municipal de Alumbrados y la empresa concesionaria, Ximénez, decidieron no cerrar todo el cielo de luces, sino extenderlo solo hasta la esquina de la calle Obispo. Además, para quedar bien, la empresa ha ‘regalado’ a los pacenses el cono luminoso que tradicionalmente se viene instalando delante de la fachada principal de la catedral y que este año no estaba previsto. Finalmente ha habido árbo, cielo de luces, un photocall luminoso colorido y, además, las tres farolas María Cristina que faltaban y que desde esta mañana han vuelto al regio lugar que ocupaban.