El Vive Latino solo ha necesitado de cuatro ediciones para alcanzar la velocidad de crucero. El festival ha vuelto a carburar este año como una máquina bien engrasada y da la sensación de que tampoco necesita de grandes impulsos para seguir caminando. Según el ayuntamiento, la cita logró reunir entre los dos días a más de 38.000 personas, una cifra muy similar a la del año pasado y no muy lejana a la de 2023, cuando acarició el lleno técnico con 42.995 asistentes.
Y es que el Vive Latino se ha convertido en una cita obligada para muchos zaragozanos, casi en una tradición antes de empezar el nuevo curso, lo que aporta al festival una masa social de incalculable valor. Lo sabe bien el promotor y director de la cita, Nacho Royo. «Hay una base de gente que ya cree en el festival en sí mismo. Por supuesto, el Vive Latino son artistas y cultura musical iberoamericana, pero hay gente que viene porque ya confía en el sello y el modelo que hemos creado en este gran recinto», ha subrayado este domingo a este diario Royo, que se ha mostrado más que satisfecho de esta cuarta edición: «Estamos felices porque han sido dos días maravillosos con un ambientazo tremendo. Todo el mundo nos ha felicitado y eso hace que merezca la pena todo el esfuerzo y el trabajo, porque el montaje es complejo».
El nuevo éxito de esta cuarta edición allana aún más el camino para que el festival siga echando raíces en Zaragoza, tal y como ha reconocido Royo: «Cada año se está consolidando más, así que estamos encantados. Nuestra intención es que haya Vive Latino para mucho tiempo. Si el público sigue reaccionando así y las instituciones y los espónsors continúan abrazando el festival de esta forma, seríamos muy villanos si no siguiéramos haciéndolo».
Solo hay un aspecto que «preocupa» a la organización de la cita: las obras y los cambios que el traslado a la Expo de la televisión y la radio autonómicas (CARTV) va a provocar en el recinto de Ranillas. «Ese traslado hará que la distribución del espacio que ocupamos en la Expo cambie. Creo que las obras empiezan en enero y no sabemos exactamente cómo nos van a afectar, pero seguro que nos tendremos que reinventar. De todas formas, estamos preparados para ello y con la voluntad y el apoyo de las instituciones seguro que se arregla», ha indicado Royo.
En este sentido, el director del festival ha detallado que ese traslado y esas obras provocarán que la zona gastronómica más amplia (donde se sitúan las barras de comida) tenga que cambiar de ubicación, ya que la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión se va a instalar precisamente en esos cacahuetes ahora sin uso del recinto de Ranillas: «No sabemos qué van a derrumbar o si se podrá usar o no. Es la mayor incógnita que tenemos, pero lo dicho, con voluntad seguro que se soluciona el problema».
Preguntado por si la organización se marca como objetivo atraer a más público de fuera de la comunidad, Royo ha indicado que la meta última es «que los que vengan disfruten». «Si son muchos perfecto y si son unos pocos menos también. Lógicamente tiene que ser sostenible económicamente y lo bueno es que hasta ahora lo está siendo. Pero hay cosas más importantes que el dinero. Por eso están muriendo los festivales, porque la ambición desmedida no es buena para nada», ha dicho Royo.
Las cifras de asistencia
Por su parte, la alcadesa Natalia Chueca ha reconocido este domingo que aún habrá que esperar unos días más para conocer «las cifras exactas», pero ha estimado la asistencia en «más de 38.000 personas». «Ha sido un grandísimo y rotundo éxito, tanto organizativo como cultural y de proyección de la imagen de la ciudad», ha destacado Chueca, que ha apuntado además que no se han registrado «incidencias reseñables».
Por todo ello, la alcaldesa ha subrayado que el Vive Latino «ha logrado arraigarse en Zaragoza y convertirse en un referente cultural indiscutible en solo cuatro años«. Por otra parte, Chueca ha vuelto a destacar el «gran impacto» que el festival ejerce sobre la economía local. «La cita ha generado más de 1.500 empleos directos e indirectos en la previa, la celebración y el desmontaje, constatando que la cultura es un motor de desarrollo económico muy importante para poder proyectar Zaragoza al mundo y generar riqueza en nuestra ciudad», ha señalado la alcaldesa, que ha estimado en más de 20 millones de euros el impacto económico del festival, con «más de 155.000 espectadores» en estos cuatro años.
Por último, Chueca ha agradecido el trabajo y la apuesta del promotor del Vive Latino, Nacho Royo, y ha adelantado que seguirá «trabajando en hacer mas eventos relevantes en nuestra ciudad y en este maravilloso recinto de la Expo«.