Con la llegada del mes de septiembre, ‘El Hormiguero’ no ha querido dejar pasar la oportunidad de pescar audiencia y empezar a imponerse a su principal competidor, ‘La Revuelta’, que regresará la semana que viene en TVE.

Para ello, contó con la presencia de Bertín Osborne, que usó su particular humor para animar el plató y a la audiencia explicando algunas anécdotas de su participación en ‘Tu cara me suena’, otro de los programas importantes en Antena 3.

Entre alguna de las cosas que comentó, confirmaba que la única vez que se ha dejado maquillar fue precisamente para las caracterizaciones en el formato de imitaciones y canto, además de descartar volver a hacer alguna vez.

Tampoco se lee nunca los guiones, pues lo suyo es la improvisación, y reveló que de empezar a hacerlo perdería toda su gracia y Bertín dejaría de ser Bertín. Por eso, para que los formatos que él ha presentado, como ‘En mi casa o en la tuya’, salieran bien tenía un arma secreta.

El ‘arma secreta’ de Bertín

En un momento de la charla, Bertín apuntaba que no acostumbra a cenar y que desayuna poco, aunque cuando lo hace suele usar un alimento poco habitual para la primera hora del día: «Si un día desayuno a lo mejor me tomo una copa de tinto, porque te da un brillo en la frente fantástico», revelaba ante las risas del público.

Fue entonces cuando Motos recordaba su participación en el programa que presentaba el cantante de la familia Osborne. Respecto a esa etapa, además de espetar que le gustaría repetirla, Bertín comentaba su truco para que los invitados dieran juego: «A la hora de comer os largaba cuatro o cinco copas (a los invitados)», explicaba.

«Llevaba a todos estos a la cocina y les decía, ‘tómate una copita’ y a la tercera me cantaban la traviata«, continuaba el cantante. Asimismo lo confirmaba el presentador valenciano, que apuntaba que después de la comida «llevaban un pedo gigante», algo que se extendía también al anfitrión.

«Yo lo llevaba casi todos los días que hacía el programa», se añadía Bertín, que comentaba que con «dos o tres copitas se viene arriba como una persiana», y que se ilusionaba al darse cuenta que en su taza ya no había agua, sino algún tipo de bebida de esas que dan «un brillo en la frente».

Para finalizar, Osborne recordaba uno de sus programas y lo ponía como ejemplo de su manera de funcionar en la pequeña pantalla: «Hacía tres programas por la mañana y dos por la tarde. Los tres primeros salía bien, pero los últimos después de comer y ponerme eran un despelote», sentenciaba.