No en todas las ocasiones puede decirse que lo de reinventarse ha sido un éxito. Pero en el caso de Álex Fernández-Llamazares, un ponferradino que cambió su trabajo convencional por el de fotógrafo de arquitectura, el acierto conlleva la realización profesional además de la felicidad de haberse decidido al cambio. Ahora vive en Vigo. Y no fue hace tanto. Pero esa sería otra historia, porque el éxito se presenta ya en forma de reconocimientos de primer nivel. Y él mismo explica que «el pasado 20 de agosto se comunicaron los ganadores de los International Photograhpy Awards. Estos premios son a nivel internacional y van por la edición 22. Hay diferentes categorías y cada categoría está dividida en subcategorías. Y son las mismas categorías para profesionales, no profesionales y estudiantes. Yo, como fotógrafo de arquitectura, me suelo presentar cada año a las de mi categoría y este año he ganado un 2º premio en la categoría Professional/Architecture/Industrial por esta fotografía titulada Boiler room (sala de calderas, en inglés). Es una fotografía del tanque de la entrada de agua a las calderas de la antigua central térmica de la MSP que ahora es el Museo de la Energía de Ponferrada», relata y muestra el alto nivel fotográfico alcanzado.
Hablar con él de fotografía es tan espectacular como sus trabajos, en donde esa arquitectura aparece como prodigio de la verticalidad fotográfica, aunque se tengan en cuenta innumerables factores para ejecutar ese tipo de trabajos que Álex Fernández-Llamazares realiza como profesional para empresas, constructoras o también instituciones públicas. «Trabajo generalmente con el entorno construido. Un arquitecto, constructora, patrimonio», matiza. Y añade que «en este trabajo tienes que ver el proyecto. Yo trabajo con luz natural. Mi luz es el Sol y necesito saber cuáles son las horas buenas», explica en lo concreto para referirse a ese momento adorado por los fotógrafos: «La hora azul. 40 minutos antes de que salga el Sol. 40 minutos después de que se pone. En el trabajo de arquitectura se tienen que equilibrar muy bien las luces», explica y lo hace bien porque también es un gran profesor.