La decoración es un reflejo constante de la sociedad y de sus cambios. Basta con echar un vistazo a cualquier vivienda de hace tres o cuatro décadas para reconocer tendencias que, en su momento, fueron consideradas símbolo de modernidad y que hoy nos arrancan una sonrisa nostálgica. Los interiores, como la moda, se construyen a base de ciclos en los que lo que ayer fue un error estético puede, con el paso del tiempo, renacer con un nuevo lenguaje. Esta naturaleza cambiante de la decoración revela un hecho fascinante: los hogares también guardan memoria.

Ana García, interiorista con una mirada sensible hacia la historia del diseño, conoce bien esa dinámica de ida y vuelta. A través de su trabajo ha visto cómo piezas y estilos que parecían desterrados regresan, resignificados y adaptados a los códigos actuales. “La decoración es tan cíclica porque existe una pulsión de nostalgia”, asegura, y esa frase resume con precisión un fenómeno que se repite generación tras generación.Lo que vuelve no es solo una moda pasajera: es también la necesidad de reencontrarnos con una esencia que nos conecta con lo vivido.

La nostalgia funciona como un motor creativo en el diseño. Nos empuja a mirar atrás y a rescatar aquello que, bien trabajado, puede dotar a los espacios de personalidad. Recuperar un objeto retro, como advierte García, requiere integrarlo con piezas neutras y actuales para evitar que se convierta en un anacronismo. Esa integración inteligente es la que convierte un detalle vintage en un acierto decorativo capaz de aportar alma y singularidad a un hogar contemporáneo. En este repaso por las modas del pasado, García no duda en recordar aquellos excesos decorativos que marcaron los años ochenta y noventa. ¡Mira lo que nos cuenta!

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Foto: Lupe Clemente Interiorismo: The Dream Lab

¿Qué tendencias recuerdas como un horror?

Los sofás de escay, los muebles mastodónticos de comedor, los baños azul cobalto de los 90 o el típico espejo “Romi” con estantería abierta en el lavabo.

¿Qué elementos resultaban excesivos?

Las cortinas estampadas de tres capas hasta el suelo, o los arcos con columnas falsas. Eran más escenografía que decoración.

¿Alguna de esas modas podría volver?

El terrazo o el gotelé ya lo han hecho. También creo que veremos regresar papeles pintados con grandes motivos florales, pero reinterpretados en clave contemporánea.

Baño con papel pintado

Foto: Jesús López | EIRE Interiors

¿Por qué la decoración es tan cíclica?

Porque existe una pulsión de nostalgia: reinterpretamos lo que nos recuerda a otra época, pero bajo los códigos estéticos actuales. Lo que vuelve no es solo una moda: es la necesidad de reencontrarnos con la esencia y con aquello que nos hace sentir genuinos.

¿Consejo para recuperar un detalle retro?

Sin duda, integrarlo con piezas neutras y actuales. Un objeto retro puede ser joya o desastre según el contexto.

¿Qué moda olvidada regresará pronto?

Las lámparas de tulipa de vidrio, los vidrios esmerilados, el pavés y las butacas con estructura en cromo. Ya empiezan a asomar en propuestas de diseñadores jóvenes y ferias internacionales.

espacio tertulia lampara santiguas

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