La nueva entrega de MasterChef Celebrity 10 vivió uno de los momentos más duros de la edición. Un giro inesperado en la mecánica de la prueba de eliminación hizo que todos acabaran entre lágrimas.
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Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera explicaron que el primero en acabar el plato, podría tocar una campana y frenar el cocinado del resto. Lo que nadie esperaba es que uno de ellos lo resolviera en 20 minutos y dejara al resto casi sin empezar las elaboraciones.
Eso provocó una tensión que acabó con lágrimas y súplicas de varios famosos, que confesaron lo importante que era para su carrera continuar en un programa con tanta repercusión como MasterChef. Finalmente, se acabó yendo Soraya Arnelas.
Primera prueba con el brillo de Miguel Torres
En el primer reto, los aspirantes encontraron que todos los electrodomésticos estaban fuera de servicio. No podían usar ni la cocina de inducción, ni el horno, ni el microondas.
Con estas condiciones tuvieron que elaborar un plato creativo, original y sabroso cocinado únicamente con air fryer, o freidora de aire. Además, estuvieron obligados a añadir una piña de mar a sus platos.
Los que se perdieron totalmente en el mecanismo de la prueba y no entregaron un plato correcto fueron Valeria Vegas, Masi, Parada, Alejo, Jorge y Rosa Benito. Mientras que los que mejor la entendieron y recibieron los aplausos de los jueces fueron Miguel Torres y Torito.
Prueba de exteriores con el enfado de Mariló: “¡A mí me respetas!”
En la prueba de exteriores, los concursantes pusieron rumbo a Trujillo, en pleno corazón de la provincia de Cáceres. Todos ellos se dividieron en dos equipos haciéndolos con absoluta libertad:
Por un lado, se juntaron de rojo José Manuel Parada – al que designaron capitán-, Mariló, Alejo, Torito, Soraya, Charo y Jorge. Y por otro, Miguel Torres – que encabezó a los azules- junto a Juanjo, Rosa, las Valerias, David, la Mala y Masi.
Los equipos elaboraron un menú de cuatro platos, ideados por un gran embajador de Extremadura, el chef Toño Pérez (tres estrellas Michelin), que degustarían 100 invitados.
Todo fue bien durante el cocinado, hasta que Torito empezó a tintar el pelo de sus compañeros. De todos excepto el de Mariló. Algo que causó el enfado de Parada que le retó a hacérselo también a Mariló… y lo hizo. Le tiró harina en la cabeza y ella se quedó totalmente paralizada, hasta que se vengó rociándolo de jugo y pidiéndole a Jordi Cruz que la respetaran. “No quiero que esto vuelva a pasar”, exigía la concursante, hasta que Torito se disculpó con ella.
A pesar de los rifirrafes, los platos salieron (con mayor o menor sabor) y los jueces decidieron que fueran los azules los ganadores de la prueba. En concreto, señalaron a Miguel como el mejor capitán y pudo dedicar el premio a una ONG para erradicar el cáncer de mama.
Una prueba de eliminación con giro (muy) dramático inesperado
José Manuel Parada, Mariló, Alejo, Torito, Soraya, Charo y Jorge volvieron a las cocinas con los delantales negros para enfrentarse a la eliminación. Antes, Miguel Torres salvó a Charo.
Los seis restantes descubrieron que, por primera vez en la historia del talent, contaba con una tablet para diseñar y elaborar un plato con la ayuda de la Inteligencia Artificial.
En primer lugar, eligieron un máximo de 10 ingredientes y, después, pidieron a la IA platos con esos ingredientes. Pero solo les dieron la foto, la receta tenía que ser inventada por ellos.
Lo más complejo de la prueba es que los jueces les propusieron que, el que terminara primero, tocara una campanita y obtendría una ventaja la semana que viene. A partir de ese momento, los demás tendrían dos minutos para acabar.
Empezaron todos a cocinar y, a los 20 minutos, todos alucinaron al ver a Jorge correr hacia la campana con su plato acabado y tocarla. Casi nadie tenía nada hecho para presentar. “¡Qué mal compañero!”, exclamaban todos, mientras él se sentía orgulloso de su decisión.
“Ha sido el cocinado más corto de la historia”, señalaban los jueces al pedir que Jorge les dejara probar el plato maldito. Sin embargo, el plato quedó crudo: “De tres elementos, dos no están bien”, lamentaron mientras los compañeros no entendían que hubiera parado el tiempo si aún, ni siquiera su elaboración estaba acabada.
Le siguió Mariló con un plato que estaba rico, a pesar de no estar acabado. Alejo acertó con el grado de cocción, gracias a Jorge. Y Parada también salió airoso de la prueba.
Cuando le llegó el turno a Torito se rompió: “Llevo dos semanas fuera de mi marido y mi hijo porque este programa es super importante, lo sabéis, me he preparado mucho, es el programa más duro que he hecho nunca, pero más duro es estar sin trabajar. He llamado a muchas productoras y nadie quería a un personaje como a Torito. En ocasiones mi hijo me ha pedido cosas que no podía pagar, pero prefiero irme por la puerta grande que por una mala estrategia. Gracias por esta oportunidad, he sido super feliz estas semanas”, confesó entre lágrimas.
Soraya tampoco pudo reprimir sus lágrimas, al empatizar con Torito, por “el hecho de a veces tener trabajo, a veces tener temporadas sin trabajar y es desesperante”. Pero el plato de Torito gustó, pero el de la cantante no convenció.
Ante un panorama tan complejo, Jorge pidió disculpas a todos. Y Pepe, Jordi y Samantha sentenciaron lo siguiente: “El aspirante que no continúa en las cocinas es Soraya. Tu plato tenía muchos defectos, más que los otros dos, casi no estaba empezado”.
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Ya en el sofá, Soraya emocionó a todos agradeciendo la oportunidad: “Hace 20 años empecé en un concurso en el que cada jueves un compañero se marchaba y nos jugábamos nuestra carrera. Allí sufrí muchísimo, pero ahora me dedicó a eso, a cantar y tuve la suerte de tener una carrera”, recordó sobre su paso por Operación Triunfo.