En Guadalmar, una tranquila urbanización malagueña próxima al mar, se alza una vivienda que hasta hace poco conservaba intacto el aire de los años 80. Sus propietarios, conscientes del potencial de esta construcción y de la amplitud de su parcela, decidieron darle una segunda vida y confiar el proyecto a la interiorista Patricia González de Lara. El resultado es una reforma integral que no solo moderniza los 465 metros cuadrados de superficie, sino que los convierte en un hogar luminoso, elegante y plenamente adaptado a las necesidades actuales.

La intervención ha logrado respetar la esencia de la vivienda familiar y, al mismo tiempo, potenciar su funcionalidad y estética. La arquitecta de interiores supo leer las posibilidades del espacio, ampliando conexiones con el exterior y dotando a cada estancia de un carácter propio, sin perder la coherencia de un hilo conductor basado en la serenidad mediterránea.

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Un proyecto con vocación familiar Casa Guadalmar Patricia González de Lara @cariacola fotografia1

Foto: @cariacola_fotografia | Interiorismo: Patricia González de Lara

La reforma responde a la voluntad de los dueños de contar con una casa para compartir con hijos, nietos y amigos, donde la convivencia y el disfrute estuvieran garantizados. En la planta baja se organizaron las zonas comunes: un amplio salón-comedor, la cocina con península, un aseo con papel pintado geométrico, una sala de estar privada y un dormitorio de invitados con baño en suite. En la planta superior, los cinco dormitorios con baño propio aseguran la independencia de cada miembro de la familia.

Uno de los retos fue la presencia de dos pilares en el salón principal. Lo que a priori parecía un obstáculo visual, acabó convirtiéndose en recurso arquitectónico para separar áreas de estar y dar ritmo al espacio. Integrados con el mobiliario, hoy forman parte de la personalidad de la estancia.

La elegancia de lo natural Casa Guadalmar Patricia González de Lara @cariacola fotografia9

Foto: @cariacola_fotografia | Interiorismo: Patricia González de Lara

 

El proyecto se articula alrededor de una paleta cromática suave: tonos arena, crudos y beiges, matizados con verdes y amarillos en pequeños detalles. Los materiales elegidos refuerzan esa sensación de calma: algodones y linos en los textiles, alfombras de sisal y maderas naturales que conectan con el paisaje costero cercano.

La cocina resume bien la filosofía del proyecto. Sus frentes lacados en blanco puro se combinan con tiradores de latón cepillado y detalles en roble natural. La península, con frente retroiluminado y barra de desayunos, se concibe como un espacio funcional y cálido, pensado tanto para el día a día como para las reuniones familiares.

Dormitorios con identidad propia Casa Guadalmar Patricia González de Lara @cariacola fotografia11

Foto: @cariacola_fotografia | Interiorismo: Patricia González de Lara

En la planta alta, cada dormitorio ha recibido un tratamiento singular, con papeles pintados y soluciones de palillería diseñadas a medida. El dormitorio principal sorprende con un cabecero amarillo enmarcado en listones negros, acompañado por tejidos de KA Internacional y un papel de Casamance que le confiere sofisticación. Los baños, revestidos en porcelánico caliza de Porcelanosa, completan el conjunto con mobiliario diseñado expresamente para este proyecto.

Continuidad interior-exterior Casa Guadalmar Patricia González de Lara @cariacola fotografia21

Foto: @cariacola_fotografia | Interiorismo: Patricia González de Lara

 

El exterior es otro de los grandes logros de la reforma. La nueva piscina, el porche ampliado y el paisajismo integral convierten el jardín en un auténtico oasis. El pavimento de Porcelanosa, utilizado con acabado antideslizante, prolonga la estética interior hacia el exterior, creando una continuidad que amplía visualmente la vivienda y refuerza la idea de fluidez espacial.

El respeto por los árboles existentes se combinó con la incorporación de nuevas especies, generando un entorno natural que potencia la sensación de retiro sereno. El mobiliario de exterior, cómodo y resistente, remata este escenario de convivencia y descanso.

Un refugio contemporáneo

Hoy, esta casa malagueña es mucho más que una vivienda reformada. Es un espacio que refleja cómo la arquitectura interior puede transformar una construcción obsoleta en un hogar sofisticado, conectado con su entorno y preparado para albergar tanto la vida familiar como el descanso individual. La amplitud de los ventanales, la ligereza cromática y la cuidada elección de materiales transmiten la calma mediterránea en cada rincón.

La intervención de Patricia González de Lara demuestra que las viviendas de los años 80, con una buena reinterpretación, pueden convertirse en referentes de diseño contemporáneo. Este proyecto en Guadalmar no solo ha actualizado una casa familiar, sino que la ha convertido en un lugar donde la luz, la naturaleza y el confort dialogan en perfecta armonía.

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