Harry Styles vive un momento dulce. A sus éxitos profesionales, porque todo siempre en su carrera suele ser un éxito, se une su buena racha personal gracias a su historia con Zoë Kravitz. El cantante y la actriz se han dejado ver en actitud cariñosa en Londres, Roma y finalmente en Nueva York, dándose un tour romántico que evidencia que hay ilusión entre ellos.

Es verdad que fuentes cercanas habían señalado que no querían hablar de relación y que se estaban conociendo y pasándoselo bien, pero las cosas están avanzando a buen ritmo, y en cuestión de días el cuento parece haber cambiado. Así, Page Six señala que Harry Styles está más feliz que nunca con la hija de Lenny Kravitz, y que el hecho de haberse dejado ver en público juntos quiere decir que la cosa va en serio. Otro asunto es que pongan etiquetas a su historia.

 

Harry Styles y Zoe KravitzGtres

Pero no todo es alegría para el británico, que está teniendo problemas con sus vecinos, o mejor dicho, sus vecinos con él. Harry Styles se lanzó a renovar una enorme megamansión de 30 millones de libras (unos 34,5 millones de euros) en Hampstead, un exclusivo barrio de Londres. El proyecto es tan importante que se estima que las obras se van a prolongar hasta octubre de 2027.

El motivo es que ha adquirido cuatro casas en la misma calle y tiene que adecuarlas a sus gustos y necesidades, por lo que necesita unas grandes obras que no van a ser baratas, ni cortas. Con todo lo que eso conlleva.

 

Harry Styles paseando por las calles de Londres.GC Images

Así, The Telegraph publica que los vecinos de Harry Styles no están ni contentos, ni ilusionados con estas obras. Para empezar, tienen miedo de que su megaconstrucción oculte la luz y deje sus casas sin demasiada iluminación natural. Otros añaden que es muy triste estar viviendo al lado de una obra continua.

El problema no es solo por Harry Styles, sino que llueve sobre mojado: «Esta calle no era así antes. Ahora, millonarios compran y renuevan constantemente las casas«, señaló un vecino descontento. «Hay otra casa al final de la calle, que estoy seguro será comprada y renovada como las demás».

A esta quejas hay que sumar que los vecinos de siempre sienten que estos millonarios que se mudan a Hampstead no contribuyen a crear comunidad como la que tenían antes. De todos modos, las quejas parecen quedarse en eso, porque hasta el momento no han presentado ninguna reclamación ante las autoridades competentes.

Harry Styles ha intentado hacer las cosas bien

Así que quizá Harry Styles está angustiado por las quejas de sus vecinos, pero puede estar tranquilo porque de momento puede seguir adelante con sus proyectos. No fue fácil, porque para conseguir que echara a andar su idea de crear una enorme mansión necesitó obtener una serie de permisos. Además, las obras se retrasaron por las características medioambientales de la zona y unas exigentes normas. De hecho, en este barrio es necesario pedir permiso al ayuntamiento hasta para elegir el color de la pintura exterior.

 

Harry StylesGETTY

Por otro lado, consciente de la repercusión negativa para los vecinos, se celebraron reuniones para informarles, se trabaja para minimizar las molestias y se instalaron paneles acústicos para disminuir el ruido de las obras. A ello se suma que utiliza equipos eléctricos por delante de los que usan gasolina. Con una fortuna estimada en unos 230 millones de euros, dinero tiene para lograr lo que se ha propuesto, salvo que las autoridades detectaran irregularidades y tuviera que modificar sus planes, o que las quejas vecinales acaben retrasando o modificando la obra.