Carolina Álvarez Álvarez

A pocos kilómetros de Sevilla, José Antonio «Morante de la Puebla» ha levantado en su pueblo natal un lugar muy especial: la finca Huerta de San Antonio. Un enclave que refleja su pasión por el toreo y la vida campestre, y que se ha convertido en escenario tanto para la celebración de eventos como para visitas turísticas.

Una hacienda con alma taurina

Situada en Camino del Arca, en plena Puebla del Río, la finca se presenta como un antiguo cortijo andaluz que recuerda a un castillo medieval por sus almenas y torres, aunque revestido de cal blanca y adornado con cerámica y elementos alfareros. Nada más entrar, un camino de albero conduce hasta el corazón del complejo, donde la estética taurina impregna cada rincón.

En su interior, los visitantes pueden recorrer auténticas salas-museo con carteles históricos de ferias taurinas, cabezas de toros disecadas y objetos personales de Morante, que resumen su trayectoria y devoción por la tauromaquia.

Huerta de San Antonio no es solo la residencia del diestro, sino también un espacio pensado para la celebración de bodas, comuniones y otros eventos. El recinto cuenta con una plaza de toros portátil, un campo de fútbol abierto a los vecinos y varios salones que se adaptan a celebraciones privadas o actos culturales.

Además, el catálogo de experiencias es variado: desde tientas y exhibiciones taurinas hasta paseos en catamarán por el Guadalquivir o rutas en carreta, todo ello enmarcado en un entorno natural de mimbres y eucaliptos.

Así es la finca de Morante de la Puebla: una plaza de toros, un restaurante y un campo de fútbol

Entre el Rocío y el turismo rural

La finca también tiene un papel especial durante la romería del Rocío, ya que es paso de hermandades y lugar de descanso para caminantes, senderistas y deportistas que recorren la ribera del Guadalquivir.

En los últimos años, Morante ha potenciado el carácter turístico del espacio, que ya no solo funciona como residencia privada y lugar de retiro, sino como hacienda multifuncional capaz de atraer a visitantes interesados en la gastronomía, el flamenco, el campo y, por supuesto, el toreo.

La Huerta de San Antonio es, en definitiva, un reflejo del estilo de vida y las pasiones de Morante de la Puebla. Un rincón que combina tradición y modernidad, abierto a quienes quieran vivir de cerca el universo taurino y disfrutar de un enclave singular a orillas del Guadalquivir.

Reportar un error