La Vuelta a España 2025 ha mostrado un Movistar diferente. Sin Enric Mas en la pugna por la general, el conjunto telefónico ha tenido que reinventarse y buscar triunfos parciales en un terreno que siempre resulta ingrato: el de las escapadas y los sprints reducidos. En esa misión ha aparecido la figura de Orluis Aular (Venezuela, 1996), que se ha quedado varias veces a las puertas de la gloria. “Estamos contentos, aunque no hemos conseguido todavía la victoria. Hemos estado muy cerca de lograrlo y eso nos da motivación para seguir luchando”, asegura a MARCA el ciclista de Nirgua, que ya es pieza clave en la estructura azul.

Cerca del golpe

El velocista sudamericano rozó el triunfo frente a Mads Pedersen, en una de las jornadas marcadas en rojo por el equipo. “Sabíamos que él era el máximo favorito y donde estuviera él tenía que estar yo. Al final hice segundo y se demostró que Pedersen estaba un punto por encima. Me queda ese sabor amargo, pero también la convicción de que estamos al máximo nivel”, relata. Aular destaca además el esfuerzo colectivo: “Éramos menos tras las bajas de Arcas y Pablo Castrillo, pero mis compañeros se dejaron todo. Romo, por ejemplo, tiró para neutralizar fugas y me ayudó muchísimo”.

El calendario de oportunidades

En plena tercera semana, el venezolano mantiene la fe en que todavía queda hueco para levantar los brazos: “La etapa del viernes se adapta a mis condiciones. He levantado el pie en los días duros para mentalizarme en ese objetivo. Estamos corriendo cada día como si fuera una clásica, y hay que estar preparados cuando llega la oportunidad”.

En ese contexto, Aular también se preocupa por la salud de su compañero Javi Romo, que sufrió una caída tras un incidente con un manifestante: “Está golpeado, con quemaduras del asfalto, pero es un chico duro. Por suerte no tiene fracturas y esperamos que pueda estar de nuevo en carrera”.

Presión y mirada larga

La falta de un líder para la general ha cambiado el escenario del equipo en la Vuelta. “Siempre hay presión, la gente nos exige una victoria sí o sí. Es distinto sin Enric, pero estamos mentalizados. No es imposible. Si seguimos con esta dinámica, podemos conseguirlo”, confiesa. Y añade un matiz: “Estamos en la máxima categoría, y ganar nunca es fácil”.

De cara al cierre de temporada, el venezolano se muestra ambicioso: “Creo que hemos hecho un buen año, con victorias, aunque siempre queremos más. Después de la Vuelta vienen clásicas importantes y quiero terminar con un buen pie. Todo este calendario tan cargado me va a fortalecer mucho para el próximo año”.

Sueño Tour

Aular ha renovado contrato con Movistar y se ve con galones de futuro. El objetivo está claro: debutar en el Tour de Francia. “Todo ciclista quiere estar ahí, y yo soy uno de ellos. Este año he demostrado que puedo estar luchando al máximo nivel. Ojalá sea en 2026, y si no, seguiré enfocado en hacer un gran calendario. Quiero estar en ese ocho del Tour”, confiesa.

El largo camino

Su trayectoria no ha sido fácil. Antes de llegar al WorldTour, Aular tuvo que recorrer medio planeta. “Corrí en México, en Japón, en España… hasta 2019 no tuve potenciómetro ni nutricionista. Ahora los jóvenes empiezan con todo eso desde cadetes y por eso rinden tan pronto. A mí me costó más, pero cada año voy dando un salto de calidad”, explica. El recuerdo de su infancia en Venezuela todavía le acompaña: “De niño jugaba al fútbol y al béisbol. Un primo me animó a la bici y mi padre, al principio incrédulo, terminó apoyándome. Desde entonces me mentalicé en ser profesional”.

Aquel sueño de niño ya es una realidad. Hoy, a los 28 años, Aular es el referente venezolano del pelotón mundial y uno de los hombres más fiables de un Movistar que busca su sitio. “Quiero seguir creciendo. Cada paso, cada carrera dura, me hace mejor. Este es solo el comienzo”, sentencia.