Existen las ‘bandas de rock’, y las ‘eternas bandas rock’, como es el caso de Medina Azahara y su música legendaria que ha trascendido fronteras y generaciones. Uno de esos grupos donde el espectáculo se asegura y que siempre gusta escuchar, ver y disfrutar, sólo o en compañía, pero sabiendo que cada uno de los acordes quedarán para la historia.
40 años sobre el escenario y parada obligatoria en la capital del Tormes, como no podía ser de otra forma, para no decepcionar a todas esas personas que, desde horas atrás, ya esperaban en primera fila para impregnarse del rock más puro y nunca anticuado.
Ya sea en verbenas, en el coche o en cualquiera de las peñas, la música de Medina Azahara no decepciona y nunca envejece, siempre alegra y, como no, siempre hace gritar cuando uno “Necesita respirar”. Además, con el elixir de la inmortalidad, Manuel Martínez no decepciona y, aunque se tenga 20, 30 o 60 años, difícil es no saberse alguno de los temas de los andaluces. Asimismo, y como ya explicaron a SALAMANCA24HORAS, se ha animado a la gente a asistir a este concierto por una premisa clara: “El concierto de Salamanca es una de las últimas oportunidades que tiene la gente de ver a Medina Azahara”.
Medina Azahara hace vibrar a la Plaza Mayor de Salamanca con su eterno y emblemático rock
El concierto comenzaba con uno de los temas más importante de la banda, “Paseando por la Mezquita”, en la que previamente se ha realizado una de esas introducciones que te lleva a la infancia, a recorrer esos bonitos recuerdos con los amigos, un conjunto melódico en el que se ha realizado un recorrido por toda la historia familiar del grupo. En esa ‘intro’, cada uno de los discos se ha hecho presente, en cada una de las notas musicales, rozando el corazón del espectador.
Más tarde, y en contraposición a lo que hacen todas las bandas, y menos mal, con un significado de identidad propio que deja Medina Azahara, se ha presentado a todo el grupo con las palabras de Manuel Martínez, que han sido claras a pesar de ser su adiós de Salamanca: “Esto no es una despedida, porque nuestras canciones siempre estarán presentes”.
Medina Azahara hace vibrar a la Plaza Mayor de Salamanca con su eterno y emblemático rock
A pesar de algún susto que se ha dado al comienzo del concierto, en el que un varón de avanzada edad ha sufrido un mareo, por el que ha sido atendido por los servicios sanitarios, el concierto ha hecho gritar, bailar, sentir y disfrutar a los miles de asistentes que no han logrado llenar la plaza, pero que ha quedado en duda hasta el final ante la trascendencia de la banda.
Cómo sorpresa, o no, para alguno de los asistentes, Carlos ha animado a cinco mujeres a subir al escenario para cantar y bailar las canciones de toda la vida del grupo, ante una estampa que ha puesto sobre la mesa la danza del vientre, recordando, cómo no, las raíces andaluzas de su tierra.