Miércoles, 10 de septiembre 2025, 02:00
El brote de salmonela notificado el pasado 19 de agosto en el complejo hospitalario Insular Materno Infantil podría darse por concluido este jueves, siempre que no se detecten nuevos casos, según informó este martes en el pleno del Parlamento la consejera canaria de Sanidad, Esther Monzón.
El foco infeccioso, originado en la cocina central del hospital Insular de Gran Canaria, afectó a 23 personas que desarrollaron síntomas gastrointestinales entre los días 16 y 23 de agosto y que ya han recibido el alta epidemiológica, precisó Monzón en respuesta a una pregunta de formulada por el socialista Miguel Ángel Pérez del Pino. Los pacientes afectados por la toxiinfección estaban ingresados en los hospitales Insular, Materno Infantil y en el polivalente anexo al Juan Carlos I, donde resultaron infectadas diez personas.
Hasta ahora, los análisis de las muestras de los alimentos y de los espacios donde se manipularon no han permitido identificar el origen del brote. «Todos los alimentos examinados, tanto de los servidos en los días en los que aparecieron los casos como en jornadas posteriores, han dado negativo por salmonela», explicó Monzón.
No obstante, señaló que se han remitido muestras al Instituto Nacional de Microbiología, del Instutituto de Salud Carlos III, en cumplimiento del protocolo de actuación previsto para estos episodios. «En todo momento, tanto la Dirección General de Salud Pública como la gerencia del complejo hospitalario actuaron con rapidez», aseguró la consejera.
Entre las medidas de control adoptadas, citó el aislamiento de los pacientes, limpiezas de choque, la vigilancia clínica y microbiológica, así como el recordatorio de las normas de higiene en la manipulación de alimentos al personal implicado. «Estos brotes son posibles, pero el protocolo ha funcionado perfectmente bien», concluyó.
Seguridad sanitaria comprometida
Por su parte, Pérez del Pino reprochó que el brote, detectado inicialmente en once personas hospitalizadas, se extendiera a otras tantas. «Ese incremento exponencial de los casos se puede deber a un fallo sistemático del protocolo de seguridad alimentaria y de vigilancia epidemiológica», advirtió el diputado del grupo socialista.
Además, Del Pino recordó que el origen estuvo en la cocina central del hospital Insular, un espacio donde la seguridad «debería ser máxima». «Tardaron demasiado en inmovilizar los alimentos sospechosos y en obtener los resultados analíticos», criticó el diputado regional, calificando de inaceptable la demora por tratarse de enfermos y personas vulnerables.
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