Elena Calvo

09/09/2025


Actualizado a las 22:00h.

Actualmente, la legislación española prohíbe la venta o entrega de tabaco o de productos que lo imiten a menores de edad, pero no veta como tal el consumo a esas edades. De hecho, no es extraño ver a adolescentes vapeando en las inmediaciones de institutos o parques. Pero ese gesto podrá conllevar multas económicas para los jóvenes —o más bien para sus padres— si la nueva ley antitabaco sale adelante. El Consejo de Ministros ha dado luz verde este martes al anteproyecto del Ministerio de Sanidad, que además de vetar el tabaco y todos sus derivados, como los cigarrillos electrónicos, para todos aquellos que tengan menos de 18 años prohíbe fumar en lugares al aire libre como terrazas de bares y restaurantes, conciertos o campus universitarios, entre otros.

A esta ley, sin embargo, aún le queda mucho recorrido hasta convertirse en una realidad. Lo que ha hecho este martes el Consejo de Ministros es aprobar el anteproyecto, que ahora saldrá a audiencia pública para que sociedades científicas, comunidades autónomas o la industria envíen sus alegaciones. Una vez finalizado ese plazo, Sanidad debería modificar el texto con las alegaciones que considere y cuando tenga el definitivo volver a llevarlo a Consejo de Ministros. Cuando reciba el visto bueno del Gobierno por segunda vez, la norma llegará al Congreso y Senado donde, para salir adelante necesitará mayoría. Por tanto todavía quedan varios meses, si no más, para que la norma, si encuentra los apoyos necesarios, se materialice.

De momento, el PP ya ha advertido que la norma carece de ambición y de memoria económica, señalan fuentes populares, que insisten en la necesidad de que cuente con una financiación. El partido asegura que está a favor de la evidencia científica y de implementar medidas contra el tabaquismo, pero cree que la norma planteada por el Gobierno no es la manera adecuada de hacerlo. «El Ejecutivo se queda corto y solo busca generar un titular en los medios para hacer política con la salud de todos», dicen las mismas fuentes, que lamentan además que se ponga en la hostelería «la responsabilidad» de acabar con el tabaquismo «sin ofrecerles ningún tipo de ayuda».

Multas para los padres

Por primera vez, la norma establece la prohibición de que los menores de edad fumen. El veto, además, se extiende a los cigarrillos electrónicos (contengan o no nicotina), los compuestos a base de hierbas como las shishas, los dispositivos para el consumo de productos calentados y las bolsitas de nicotina.

La ley establece multas por incumplirla. En el caso de los menores que sean sorprendidos fumando o vapeando la infracción se considerará leve, conllevando este tipo de faltas castigos de entre 100 y 600 euros. Sin embargo, la actual legislación determina que cuando las personas que cometan el incumplimiento sean menores de edad el importe a pagar será el mínimo de esa horquilla, por lo que se entiende que la cantidad a abonar será de 100 euros. Además, el anteproyecto de Sanidad fija serán los padres del menor los que deberán responder subsidiariamente.

Ni en terrazas ni en conciertos

La nueva ley ampliará los lugares en los que se veten tanto el tabaco convencional como el resto de productos, salvo las bolsas de nicotina. Se prohibirá así fumar o vapear en las terrazas de bares y restaurantes. También en los vehículos de trabajo, como furgonetas de reparto. Hasta ahora, en los centros universitarios y de formación para adultos se permitía el tabaco en las zonas al aire libre, pero el nuevo texto lo restringe también en el exterior, de manera que la privación afectará también a los campus universitarios.

Si la ley sale adelante se prohibirá fumar en el exterior de instalaciones deportivas, piscinas de uso colectivo y recintos donde se desarrollen espectáculos públicos. También en las zonas al aire libre de salas de fiesta o establecimientos de juego, así como en estaciones de autobuses, andenes y marquesinas.

El texto del anteproyecto también amplía la prohibición del tabaco y productos similares a las salas de teatro, cine, conciertos y espectáculos públicos que se celebren al aire libre. Entrarían aquí tanto los festivales de música como las actuaciones de orquestas en fiestas populares, por ejemplo, aunque fuentes del Ministerio de Sanidad insisten en que los detalles se definirán durante la tramitación de la normativa. Todas las zonas deberán estar correctamente señaladas.

A más de 15 metros del parque infantil

El texto señala otros espacios que considera «entornos de protección reforzada» y en los que no se podrá fumar ni vapear en un perímetro de 15 metros desde sus accesos, como los parques infantiles. También se deberá respetar esta distancia en edificios públicos, centros sanitarios públicos y privados, centros sociales, centros educativos, museos, bibliotecas y otros centros culturales y centros deportivos, tanto públicos como de naturaleza privada.

Adiós a los váper de un solo uso

La nueva ley antitabaco prohibirá la venta y suministro de los cigarrillos electrónicos de un solo uso, muy populares entre los jóvenes, sobre todo en entornos festivos. Sanidad alude esta restricción también a motivos medioambientales. «Es un producto especialmente grave o dañino con el medio ambiente», ha defendido este martes la ministra Mónica García en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que se ha referido del mismo modo a que estos productos «enganchan» a los más jóvenes al tabaquismo por ser «baratos, con sabores dulces o envoltorios llamativos».

En el caso de que la norma salga adelante y se apruebe, estos productos podrán seguir comercializándose durante los doce meses posteriores a su entrada en vigor.

Sin patrocinios en festivales

La norma fija la prohibición de todo tipo de publicidad de tabaco y productos derivados, tanto directa como indirecta. Las empresas del sector, incluidas las de los váper, tampoco podrán patrocinar actividades, eventos o contenidos ni aparecer en publicaciones, festivales, actividades culturales o deportivas, tanto presenciales como digitales.

Las cajetillas no serán todas iguales

Pero dos de las grandes medidas que Sanidad quería incluir no están finalmente en el texto. La primera es la subida de precios, que aunque el departamento de Mónica García lo incluyó en las primeras versiones de su plan de prevención del tabaquismo -la hoja de ruta que marcaba la legislación de los próximos años en la materia- decayó en la que fue aprobada por el Gobierno. Ahora, en esta ley, el ministerio quería incluir también el empaquetado genérico para que todas las cajetillas fueran iguales, sin diseños especiales, pero lo retiró por discrepancias en el Ejecutivo. Aun así, insiste Sanidad en que quiere volver a incluirla durante la tramitación de la norma.

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