“Ahora todos bien, anoche hubo un poco de caos porque teníamos a compañeros de guardia, y hasta saber que las seis personas que estaban en el Family y el resto que estaban en los otros barcos estaban bien, hubo preocupación”, explica Alicia Armesto. El mensaje llegaba ayer martes 9 de septiembre por Whatsapp. Escribe desde un velero pequeño de la Global Sumud Flotilla, el Yulara. Armesto, que viaja a Gaza en representación del Sindicato de Periodistas de Madrid, continua: “Pese al ataque seguimos adelante con muchas ganas y la vista puesta en Gaza”. Se refiere al impacto de un dron contra el barco Family en la noche del lunes 8 de septiembre al martes. En el vídeo compartido en redes se ve cómo un proyectil impacta contra la embarcación, a pesar de que el Gobierno de Túnez dijo que fue una explosión o fuego interno del barco. 24 horas después, llegaba el segundo ataque contra el barco Alma, la noche del martes 9, también con un dron y también en aguas tunecinas. Con la noticia la mañana del miércoles Armesto contestaba escueta: “Ánimos bien. Hoy darán rueda de prensa. No sabemos más”. Un emoticono de sonrisa daba algo de calor al mensaje telegráfico.
Ya son 39 los barcos interceptados o atacados por Israel en 17 años
Ya van 39. En la rueda de prensa que la tripulación de la flotilla dio desde Túnez poco antes del segundo ataque, el activista brasileño Thiago Ávila afirmaba que el bloqueo ilegal sobre Gaza existe desde hace 18 años y los intentos de romperlo, desde hace 17. En estos años “otros 37 barcos han sido interceptados o atacados”, decía refiriéndose a los ataques anteriores al del Family. El proyectil contra el Alma llegaría horas después. En total, 39 barcos. Por eso Ávila recalcaba una vez más que lo importante es señalar el genocidio y el bloqueo, no los intentos frustrados de romperlo.
Aun así hay que mencionar que los drones contra la flotilla se lanzan a 2.000 kilómetros de la frontera con Gaza, como subraya el abogado español Rafael Borrego, integrante de la tripulación. Si la Marcha Global a Gaza mostró que la frontera con Palestina empieza en Egipto y la caravana Soumud que Libia también acataba las órdenes del Gobierno de Netanyahu, esto nos enseña que Israel puede atacar con impunidad no solo desde aguas internacionales como en el caso de Madleen, sino desde la costa de otro país que no es aliado expreso del Estado sionista. A esto se suma que, en los últimos días, Israel ha bombardeado, además de Gaza, Yemen, Líbano, Siria y Qatar. Además, el pasado 2 de septiembre el ministro de Seguridad nacional israelí, Itamar Ben-Gvir, anunció que las personas que integran la Flotilla son consideradas terroristas por su Gobierno y advirtió de que, como en anteriores ocasiones, impedirán la llegada a Gaza de cualquiera que quiera romper el bloqueo al que está sometiendo al pueblo palestino. Las integrantes de la Flotilla lo saben. Pero hay que seguir intentándolo. Hay que hacer presión. Porque sí sirve.
Las “pasta de la que están hechos los vascos”
La convocatoria era para el jueves 4 de septiembre a las 19.00 horas en el Teatro Arriaga de Bilbao para protestar por la participación del equipo Israel Premier Tech en la Vuelta Ciclista a España a su paso por ese punto de la ciudad. El resultado ha dado la vuelta al mundo: la etapa se canceló a tres kilómetros de la meta y no hubo ganador. Después de la acción, las reacciones. La general entre la gente en redes: “cómo son los vascos”, “viva el pueblo vasco”, “orgullo de Euskal Herria”, etcétera. Pero lo que pasó no es porque “los vascos están hechos de otra pasta” es organización. Lo demuestran las acciones posteriores en Asturias –con 12 personas detenidas, ya en libertad con cargos– y en Galicia, donde la etapa se ha bloqueado ocho kilómetros antes de la meta y de nuevo se cierra sin ganador. ¿Que en el País Vasco hay mucha movilización porque el sindicalismo y los movimientos sociales son fuertes? Sí. ¿Que el País Vasco es un ejemplo? El ejemplo es el pueblo organizado en Euskadi y en cualquier otro lugar. Y el internacionalismo, como señala el colectivo La Laboratoria.
Porque también forman parte del pueblo vasco los periodistas que han hablado de violencia por empujar unas vallas y bloquear un evento deportivo que permite la participación de un equipo que está creado para hacer marketing de un país genocida.
Forman parte del pueblo vasco, asimismo, el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto (PNV), y el consejero de Seguridad del Ejecutivo vasco, Bingen Zupiria, que consideran incívica a la gente que protestó. Teniendo en cuenta que hay políticos como el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que directamente niega que exista un genocidio, se entiende que el Partido Nacionalista Vasco parezca una derecha inocua y bonachona. Pero es derecha y representa también “la pasta de la que están hechos los vascos”. El PNV gobierna desde 1980 excepto por un breve periodo de tiempo entre 2009 y 2012. La discreción de la derecha norteña no impide que el pasado mes de julio el Gobierno vasco diera el premio más importante de la industria a Sidenor a pesar de sus relaciones con Israel. Relaciones que la empresa dijo suspender gracias a, una vez más, la izquierda organizada. “La presión social ha forzado un pequeño logro. Sidenor, ante la denuncia pública, ha anunciado la ruptura de relaciones comerciales con Israel. Una decisión que demuestra que la lucha funciona. Por eso ahora nuestras miradas las dirigimos a CAF, la empresa vasca que sigue participando activamente en la colonización ilegal de Jerusalén Este, construyendo infraestructuras que conectan colonias ilegales y perpetúan el apartheid”, explicaban entonces Melisa Pérez García y María del Pilar Revilla Martínez en un comunicado de la delegación de Euskal Herria en la Marcha a Gaza 2025.
A los hooligans se les tachó de violentos, pero no de incívicos
Las palabras no son azarosas. A los hooligans del Tottenham y el Manchester United que invadieron Bilbao en la final de la UEFA hace unos meses Aburto los tachó de violentos, pero no de incívicos. La civilización occidental se construye en contraposición a lo que se considera barbarie: los pueblos originarios o no occidentales. El extranjero, el enemigo, es el bárbaro salvaje. Es a quien hay que domesticar y expoliar, claro. A quien el colono civilizado y bueno tiene que enseñarle el orden de las cosas. Aburto da en el clavo. La protesta en la Vuelta fue incívica. Todas las protestas contra el expolio, el genocidio, el colonialismo, el patriarcado o el capitalismo lo son.
“Sabemos que estamos más expuestos, pero tenemos que seguir”
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, lo dijo el lunes con todas las letras: genocidio. El paquete de medidas que anunció contra Israel llega tarde y de momento solo sobre el papel y con muchas dudas, como explica Olga Rodríguez. Aun así, su discurso es un logro de la falta de civismo reiterada por parte de colectivos de base –y de izquierdas– estos dos años. También lo es que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, diga que su país reconocerá el Estado de Palestina. La movilización sirve.
La reacción por parte de Israel a las declaraciones de Sánchez ha sido acusar a España de antisemita –al país de la UE que más armas ha importado de Israel entre febrero y mayo de este año– y vetar a las ministras Yolanda Díaz y Sira Rego. La activista jurídica y feminista magrebí Noor Ammar Lamarty escribe sobre la situación en que se encuentra la tripulación con nacionalidad española de la flotilla tras las declaraciones de Sánchez. Considera que, si hay detenciones, será un momento clave en el que seguir mostrando apoyo y haciendo presión: “La beligerancia contra los españoles va a ser una forma de disciplinamiento a España”.
El día 1 de septiembre el grupo de comunicación de la delegación del Estado español que viaja en la flotilla envió una crónica para responder a la amenaza de Netanyahu. “Es la respuesta al enorme éxito de la movilización de ayer en Barcelona para despedir la flotilla” y en otras ciudades europeas. Con todo esto, las integrantes de la flotilla con nacionalidad española saben que están más expuestas, pero continúan, como explica Alicia Armesto: “Solo hay que mirar lo que ocurrió anoche en Gaza para saber que tenemos que seguir adelante. En un marco de genocidio, además, a nuestros compañeros los están asesinando por hacer el mismo trabajo que hacemos nosotras todos los días: informar”.