Caer de pie no está al alcance de muchos. Por ahora, sí para Roony Bardghji, un futbolista que aterrizó en Barcelona hace un par de semanas siendo un semidesconocido para el grueso de los barcelonistas y que en un tiempo récord se ha ganado, cuanto menos, los halagos y el beneficio de la duda tanto del vestuario como del entorno culé en general.

Sobre el futbolista sueco cabe tener en cuenta varios factores importantes. Primero, que el curso pasado apenas disputó con el Copenhague seis encuentros oficiales por una lesión de cruzados que se produjo la temporada anterior. Siendo tan joven, el extremo había sufrido un varapalo muy duro y se dedicó hasta el mes de marzo a recuperarse y a minimizar riesgos de recaída, algo tan habitual en jugadores de tan corta edad.

SIN VACACIONES

Otro condicionante a tener en cuenta, que el chico no llegaba de un periodo de desconexión y vacaciones a la Ciudad Condal. Todo lo contrario. Roony, tras perderse casi todo el curso oficial, aprovechó la recta final de temporada y el mes de junio y julio para hacer su pretemporada particular. Fortalecer músculos de la rodilla (cuádriceps, isquio, vasto interno, glúteo medio, etc.) e ir trabajando el condicionamiento físico para llegar a mediados de julio como un toro.

Marcus Rashford, junto a Roony Bardghji en el primer entrenamiento en tierras japonesas

Marcus Rashford, junto a Roony Bardghji en el primer entrenamiento en tierras japonesas / Valentí Enrich

Y en el Barça lo cierto es que sorprendió el estado en el que llegó el extremo escandinavo. Varios pasos por delante de la mayoría de sus compañeros. Toda la plantilla había cumplido con los deberes de los preparadores físicos, pero en su caso había sido una readaptación y un primer ‘approach’ antes de darse caña con los miembros del staff en la Ciutat Esportiva Joan Gamper.

UNA ESPONJA

Roony ya entró con buen pie. También por ser una esponja en los entrenamientos, tanto con el cuerpo técnico como con los compañeros. Flick no dudó en llevárselo a la gira asiática para verlo competir en acción y seguir con sus conclusiones.

Y poco basta añadir al impacto de Bardghji que lo que vimos este domingo en Kobe. Golazo con una definición al más puro estilo Lamine y mucha soltura, tanto en triangulaciones como a la hora de desbordar.

Flick lo alabó con cautela tras el encuentro: «Me ha gustado mucho el debut de Jofre Torrents y Dro, también del resto. Les veo entrenando y tienen calidad. Dro ha marcado un gol y lo mismo para Jofre, Roony… todos. Hay que ir con cuidado con ellos, ayudarles a crecer y mejorar». Acerca de sus chances de quedarse: «Depende de él. Cuando juega bien como hoy… lo ves en los entrenamientos, como Joan García, Rashford…».

LA POSICIÓN

La vía de la continuidad para Roony está muy abierta como relevo de Lamine Yamal en el costado derecho. Flick quiere posiciones dobladas y le gusta lo que ve con el nórdico. Pero queda camino por recorrer estas semanas y aún debe ganárselo y demostrar que puede ser de utilidad.

Otro tema es el de su polivalencia. Con Lamine por delante es consciente de que su participación puede ser escasa. Y el técnico germano podría plantearse también ubicarlo en otras demarcaciones. Sobre todo ver cómo se desenvuelve por la izquierda y qué grado de polivalencia puede ofrecer. Estaremos atentos a los dos partidos en Corea para ver cómo evoluciona y si sale de su zona de ‘confort’.