Para abrir boca, Esaú Fernández se fue a toriles a recibir al primero de la tarde: larga y verónicas intercaladas con chicuelinas rematadas con media en todo el platillo. Paso rápido por el caballo y brindis al alcalde antes de un inicio por detrás. Le dio distancia y le bajó la mano por el pitón derecho. Naturales arrastrando la muleta y dando el medio pecho. Un final en las cercanías que acabó de meter al público en la buena faena del sevillano. Ayudados, el pase de la firma y media estocada arriba para rematar una faena medida y maciza premiada con las dos orejas.

Fortes recibió con ocho verónicas marcando el camino al segundo toro, que, como su hermano, cumplió en varas. Brindó al público y sin más probaturas, le bajó la mano diestra pero el toro comenzó a dar signos de debilidad. Hubo que cuidar la embestida. Al entrar a matar fue cogido de forma dramática estando entre las astas varios segundos, por fortuna sin consecuencias. Luego se atascó con el acero.

Con muchos pies salió el tercero, pero estaba cojo. Fue devuelto y en su lugar salió un sobrero de La Machamona, burraco, precioso de capa, que no hizo por el capote de Víctor Hernández. Con suavidad y temple el inicio del trasteo ante un toro con las fuerzas justas. Medidos los naturales, de uno en uno, sin molestar al toro. Estocada desprendida, descabellos, sonó el aviso y se esfumó el triunfo.

Esaú Fernández se fue de nuevo frente a la puerta de toriles para recibir al cuarto antes de ganar terreno toreando a la verónica. Seguro y firme frente a otro bonito toro, cumplidor en el caballo pero enterándose en banderillas. El camero construyó una faena sólida, dibujando sobre todo al natural muletazos despaciosos y de bello trazo. Un final por luquesinas y una estocada contraria. La faena, intensa, fue premiada con los máximos trofeos.

El quinto se fue al caballo sin fijar en el percal, quizás el menos claro del encierro. Fortes consiguió muletazos de uno en uno, dejándole la muleta en la cara, pero sin llegar a cuajar la faena por la sosería del toro, que se quedana en medio del muletazo. Lo mejor, la estocada que por sí sola valió la oreja concedida.

El sexto, tras un tercio de varas al que acudió con prontitud, se paró demasiado pronto y además perdió las manos. Había que mimar la embestida, pero lo principal, el empuje, la emoción, no estaban. Víctor Hernández dejó medios muletazos perseverando en la cara del toro, pero otra vez la espada le dejó sin premio.

Navalcarnero (Madrid). Miércoles 10 de septiembre de 2025. Toros de Assunçao Coimbra y La Machamona (3º bis), bien presentados, manejables pero flojos en conjunto. Esaú Fernández, dos orejas y dos orejas y rabo; Fortes, ovación con saludos tras aviso y oreja; y Víctor Hernández, silencio tras dos avisos y palmas. Entrada: Dos tercios. Se interpretó el himno de España al finalizar el paseíllo. Saludó Marcos Prieto en el sexto.