Diego Lopes llegó a la UFC pisando fuerte y se postuló como una de las estrellas en ascenso del momento. Llegó a sonar incluso como uno de los rivales de Ilia Topuria, cuando el hispanogeorgiano era campeón del peso pluma. Pero, cuando este subió al ligero y el cinturón quedó vacante, el brasileño cayó ante Alexander Volkanovski, que recuperó su trono. La madrugada del sábado al domingo (02:00 horas, MAX), regresará a la jaula en la Noche UFC, donde se verá las caras con su compatriota Jean Silva.

La estela de Lopes parecía imparable. A pesar de que perdió en su debut ante Movsar Evloev a los puntos, tras ello solo encadenó victorias, tres de ellas, consecutivas en el primer asalto. El brasileño quería a Topuria, el flamante campeón, y sonó como uno de sus posibles rivales antes de que, finalmente ocupase ese puesto Max Holloway. Un mes antes, Diego aplastó a Brian Ortega, otro de los grandes nombres del peso pluma y así se ganó la oportunidad titular.

Todo parecía estar a favor de Lopes. Volkanovski venía de encadenar los dos únicos KOs de su carrera (a cada cual más terrorífico) y muchos lo daban por muerto. Grave error. El australiano demostró porque se le había considerado el mejor peso pluma de la historia y le ganó por decisión unánime en abril, cortando así la racha del brasileño y recuperando su cinturón que Topuria le había arrebatado.

Cinco meses después, regresa, con ganas de ganarse una revancha por el título. “Estaré de vuelta. No me sorprendió nada, sabíamos que Volk era un peleador muy experimentado. Creo que fallé en la parte técnica, tendría que haber sido más explosivo. Sé que en el futuro volveré a pelear por el título y seré campeón”, declaró Lopes tras la derrota.

Mexicano de corazón

Su gran vuelta será en la Noche UFC, el evento anual de la empresa para conmemorar las celebraciones del Día de la Independencia de México. Una cartelera muy importante para el pueblo mexicano, del que Lopes se siente parte. “Les guste o no les guste, yo voy a seguir representando a México y a Brasil. Así de fácil”, dijo el brasileño en una entrevista con Récord. Diego se mudó a México a los 19 años para entrenar jiu-jitsu, y lleva ya más de 10 viviendo ahí.

Habla un español perfecto y quiere devolverle al país lo que han hecho por él. “Es una forma de retribuir el cariño y apoyo que toda la gente me ha dado. Tengo gente que está conmigo desde que llegué a México y no tenía nada. Imagínate que llegue a UFC y ya me olvido de México… No, eso no va conmigo. No va con los valores que mi mamá y mi papá me enseñaron. Simplemente soy grato por ellos y les guste o no, el 13 de septiembre voy a estar con la bandera de Brasil y México”, insistió.

El combate con Silva es una antesala al título. El vencedor podría convertirse en el nuevo contendiente de Volkanovski. Con Brian Ortega fuera de la ecuación tras su reciente derrota ante Aljamain Sterling, excampeón del peso gallo y que también va haciendo méritos para pelear por el cinturón, las posibilidades cada vez son menos. Será un pleito que, sin duda, marcará el futuro de ambos luchadores.

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