La pugna por el poder en el Sevilla FC ha vivido un giro decisivo. El Juzgado de lo Mercantil nº3 de Sevilla, con la magistrada Ana Marín Herrero al frente, ha dictado la sentencia 139/2025 en la que reconoce el derecho de voto de José María Del Nido Benavente, dejando sin efecto la aplicación del famoso pacto de socios de 2019 como herramienta para limitar su participación en las juntas generales.

El fallo, notificado el pasado 8 de septiembre, condena a la entidad a no impedir el derecho de voto del ex presidente en futuras asambleas, aunque desestima otras pretensiones presentadas en la demanda, como la de declarar que su intento de cesar al consejo de administración no constituía abuso de derecho. En cualquier caso, la sentencia supone un balón de oxígeno para el histórico dirigente, que ve reforzada su posición en la larga partida de ajedrez accionarial que mantiene contra la actual cúpula.

El núcleo del conflicto se remonta al pacto de socios firmado en noviembre de 2019, por el que varios accionistas, incluido Del Nido, se comprometieron a coordinar el sentido de sus votos. Desde entonces, el club había utilizado este acuerdo para invalidar las decisiones contrarias a la línea oficial, llegando incluso a privar al ex presidente de su derecho de voto en juntas recientes. La sentencia deja claro que ese pacto tiene valor únicamente entre los firmantes, pero que no puede ser esgrimido por la sociedad para coartar a un accionista.

El derecho de voto, un pilar básico

El tribunal subraya que el derecho de voto es un pilar básico de la condición de socio y solo la ley puede establecer limitaciones expresas. Por tanto, la presidencia de una junta carece de potestad para bloquear la participación de un accionista alegando el incumplimiento de un pacto privado. Eso no impide que existan responsabilidades contractuales entre los firmantes si se rompe el acuerdo, pero sí descarta que el Sevilla FC pueda convertirlo en un candado contra Del Nido.

La sentencia no impone costas a ninguna de las partes, al considerar que la demanda solo fue estimada parcialmente. Además, se abre la vía a un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Sevilla, lo que apunta a que la batalla judicial seguirá abierta.

En el plano deportivo, la resolución añade más tensión al ambiente institucional de un club que vive dividido en los despachos mientras el balón rueda en el Sánchez-Pizjuán. Para la afición, la noticia se traduce en incertidumbre: por un lado, el regreso del dirigente que marcó la etapa más gloriosa del club; por otro, la prolongación de un pulso que amenaza con seguir restando estabilidad.

Con todo, la clave es evidente: el pacto de socios de 2019 no puede limitar el derecho de voto de Del Nido. Una victoria parcial, pero con un fuerte impacto simbólico, que lo coloca de nuevo en la primera línea de la disputa por el control del Sevilla FC.