La temporada 2025/26 del nuevo e ilusionante Hestia Menorca es toda una realidad. Con toda la plantilla ya establecida en la Isla tras la llegada de las últimas piezas en los últimos días de agosto y el regreso de Víctor Arteaga el pasado 1 de septiembre, el Pavelló Menorca —con su reluciente nuevo parquet— ha sido el escenario de los primeros entrenamientos del grupo.
La puesta a punto de cara a la presentación ante la afición menorquina, que tendrá lugar este sábado (19.30h) frente al Joventut de Badalona, ha empezado con alguna que otra doble sesión durante las fiestas de Gràcia. Y es que no hay tiempo que perder en un curso que despierta tanto optimismo entre la hinchada, algo de lo que es consciente cada una de las personas que integran el club.
Víctor Arteaga y Adams Sola
Continuidad asegurada
Es el caso del canterano de la Penya, Pol Molins, quien se estrenará midiéndose a su ídolo Ricky Rubio —de El Masnou, como él— y al equipo que le vio crecer. No obstante, podría no haber sido así. En algún momento del verano parecía ponerse en duda la continuidad del que ya es uno de los veteranos del Hestia debido a la demora en la firma de su renovación, algo que para él estuvo claro desde un primer momento. «Realmente desde el principio (del verano) ya lo habíamos empezado a hablar, pero después se acabó alargando por otros temas. Ambas partes estábamos muy contentas y queríamos seguir», expresa el jugador catalán.
El hecho de que Molins haya estado prácticamente «todo el verano» en la Isla entrenándose por su cuenta en Bintalfa también le proporcionaba al club la certeza de saber que estaría disponible en cualquier momento para negociar y tratar su renovación. «Menorca es como mi segunda casa. Durante el verano voy y vengo para hacer alguna semana en El Masnou y ver a mi familia. Aunque suene raro, ellos prefieren visitarme en la Isla durante el invierno», comenta entre risas.
Pol Molins
Pese a que su intención de permanecer en Bintalfa un año más la manifestó nada más acabar la temporada, lo cierto es que la confección de la nueva plantilla también le ha invitado a reafirmar esta voluntad. «Tenía claro que quería seguir aquí pese a no saber aún dónde estaría el equipo, pero obviamente creo que hay una muy buena plantilla. Se ha hecho muy buen trabajo este verano. Si ves los fichajes y los nombres, está claro que se trata de un paso adelante para el proyecto. Ahora todos nos tenemos que adaptar porque estamos en este proceso de conocernos y, poco a poco, ir afianzando nuestro juego. A ver hasta dónde nos lleva la competición», transmite.
¿Pensar en playoffs?
Aunque Molins no se moja a la hora de marcarse un objetivo «hasta que comience la liga», su entrenador, Javi Zamora, opta por rebajar el suflé y fijar la permanencia como objetivo número uno.
«Es una pregunta que ha surgido en estas últimas semanas e igual no me estoy explicando del todo bien. El principal objetivo del equipo es mantenerse en Primera FEB, lo cual me parece muy ambicioso teniendo en cuenta el crecimiento de la liga y que somos un proyecto muy humilde dentro de la misma. Pero lo que está claro es que la diferencia entre permanecer en la liga y una posición de playoffs ha estado en dos o tres partidos en muchas temporadas. Por tanto, lo que estoy verbalizando es que lo principal y el objetivo fundamental del equipo es la permanencia», aclara dejando entreabierta una pequeña puerta para poder soñar. «A partir de ahí, una vez que se consiga, espero que podamos soñar en grande y tratar de asomar la cabeza en posiciones un poco más altas», asevera.
Si para su pupilo se había hecho «un muy buen trabajo durante el verano», Zamora no le da mayor importancia y lo considera «como cualquier otro» pese a la inusual antelación con la que se ha cerrado el grueso de los fichajes, juntos antes de que partiera a la isla griega de Creta para dirigir a España en el Europeo U20. «Ha sido de mucho trabajo de análisis de todo lo anterior y, sobre todo, con mucha ilusión de cara al futuro construyendo un nuevo proyecto y una nueva plantilla», matiza.
En dicha construcción encajaba el nombre de un Edgar Vicedo, al que Zamora ve como «un jugador con mucha presencia física y mucho talento» y cuyo «periodo de adaptación será relativamente corto» al haber coincidido ya «muchos años» con el propio entrenador, con Adams Sola o con un Víctor Arteaga que ha llegado «muy fino y en perfecta forma después de no haber parado y de haber estado compitiendo durante el verano» en Venezuela primero y en México después. «Víctor es un jugador muy importante para mí a todos los niveles. Es un referente en el equipo y espero que pueda seguir siendo un jugador importante. Será uno más de la plantilla, con mucha experiencia obviamente, en una liga que ya conoce a la perfección. Espero que cumpla con su papel», señala el técnico madrileño.
La idea del preparador y a la vez director deportivo del Bàsquet Menorca es que las nuevas caras y las ya conocidas se unan bajo un estilo de juego basado en la defensa, algo que viene siendo habitual en los equipos de Javi Zamora en los últimos años. «Vamos a intentar basar nuestro juego en una defensa que muestre corazón, disciplina y esfuerzo, pudiendo ser un equipo que crezca desde atrás y pueda jugar valiente y agresivo en ataque», destaca respondiendo a su vez al gran entusiasmo que despierta una línea de tiradores que muchos se animan a calificar como una de las mejores de toda la liga.
El apunte
Un compromiso a partir del cual ayudar al crecimiento del básquet menorquín