La temporada arrancará oficialmente para el Unicaja la semana que viene con la disputa de la Copa Intercontinental. La expedición partirá el domingo hacia Singapur, … con unos días de margen, para hacerse al nuevo horario y al lugar en el que se jugará el primer título de la nueva campaña. El primer partido será el jueves, ante el Alahli de Libia, y para entonces se espera que el ‘jet lag’ haya quedado atrás y que los pupilos de Ibon Navarro se hayan adaptado a la que será su casa por una semana completa, si es que todo sale bien y consiguen llegar a la final. Este año, eso sí, se espera una edición más competitiva, con equipos de una gran tradición en América, caso del Flamengo, y un NBA G League United que cuenta con un campeón de la Euroliga en sus filas. Sea como fuere, el devenir de la competición irá marcando los hechos.

Aunque el técnico haya incidido con anterioridad en la gestión y el control de las expectativas cara al nuevo curso, resulta inevitable caer en el recuerdo de una temporada histórica y llena de éxitos. El pasado curso, el Unicaja conquistó cuatro títulos y disputó 65 partidos oficiales, más que en ninguna otra temporada en su historia. El hecho de no haber tenido pocas campañas brillantes agudiza, más si cabe, el mérito de esta estadística.

Lo cierto es que el Unicaja, este Unicaja, ha ido mejorando con el paso de las temporadas. Este año deportivo empieza de una forma muy similar al pasado. Sin la continuidad total del bloque y con nuevas caras y roles en un equipo aún por construir, pero con la Copa Intercontinental y una Supercopa en la que no parte como favorito (tampoco el año pasado) en el horizonte más cercano. Con la ilusión intacta y sabedores de que las expectativas son un arma de doble filo.

Sin partidos ‘extra’

Los datos y los números hablan por sí solos: 65 encuentros oficiales repartidos en cinco competiciones (Copa Intercontinental, Supercopa, Liga Endesa, Copa del Rey y BCL), jugando sólo los meramente necesarios para alzarse con cuatro de los cinco títulos que disputó. Dicho de otro modo: evitó los ‘play-in’ y el tercer encuentro de la ronda de cuartos en la BCL, por lo que tocó plata jugando el mínimo de partidos posible. Sólo se le resistió la Liga y, para mejorar lo logrado, algo utópico a día de hoy por todo lo que queda por delante, deberá avanzar hasta la final de los ‘play-off’, además de repetir los éxitos. Pero para llegar a ese hipotético punto, todavía, queda todo.

La temporada más larga de su historia, la pasada, superó en cuatro partidos a la que hasta entonces había sido la que más partidos le había puesto por delante el calendario: la 2022-23, en la que jugó 61. Ese año ganó la Copa del Rey y en la Champions jugó 18 encuentros (dos más que el pasado) porque tuvo que disputar la fase previa para acceder a la fase de grupos.

Para remontarnos a la tercera campaña en la que más partidos jugó el Unicaja hay que viajar en el tiempo hasta los años de Euroliga. Concretamente, hasta uno de los más dorados de su historia, el curso 2006-07, en el que fue tercero de la máxima competición continental y llegó a la friolera de 60 partidos. Y el ‘ranking’ lo completan la campaña 2007-08 (59), la última de Scariolo en el banquillo del Unicaja, y la 2005-06 (58), en la que se consiguió un histórico campeonato de la Liga ACB, el más preciado de los títulos del Unicaja y el único que se resistió la pasada temporada.