Concebida por el arquitecto Xavier Costa Aranda junto al interiorista Francesc Collmalivern, esta vivienda mira al Mediterráneo desde una posición privilegiada. Cada uno de sus volúmenes juega con la luz y la topografía para ofrecer un diálogo constante entre interior y exterior. Desde la piscina climatizada desbordante hasta la pérgola bioclimática que extiende la vida social hacia el jardín, la casa está pensada para ser habitada tanto dentro como fuera. Sin fronteras y con total continuidad.
Así, en la planta superior, un voladizo se reviste de madera por dentro y por fuera, como si la casa misma quisiera abrazar el paisaje. Mientras, en la planta baja y la terraza comparten el mismo suelo, haciendo que la transición sea casi imperceptible. Todo ello se articula alrededor de un gran hall de entrada de doble altura. Más allá de la estética, Casa XC Safir, como se denomina el proyecto, es una vivienda pasiva que integra aerotermia, ventilación mecánica de doble flujo y cubiertas ajardinadas, entre otras soluciones.
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