A petición del Ayuntamiento de Sevilla, muy pendiente de todo lo que rodea al tema por parte de la delegación de Parques y Jardines, la Policía Local desalojó el pasado jueves a los obreros que vienen trabajando en las obras de más de tres años … de duración previstas en el Museo Arqueológico de Sevilla ubicado en el corazón del Parque de María Luisa, que fue clausurado de forma preventiva en la misma jornada al haber sido encontradas cinco aves muertas por un nuevo posible brote de gripe aviar, extremo que sí fue confirmado oficialmente por el Gobierno de España tanto en el Alcázar de Sevilla como en La Puebla del Río, alcanzando hasta la fecha los cinco brotes existentes entre la capital y la provincia en una cuestión de salud que se sigue extendiendo conforme pasan los días.
Dicha medida atiende al protocolo expedido por la Consejería de Salud y Consumo adscrita a la Junta de Andalucía, en el que se fijan distintas líneas a seguir en materia de prevención para evitar cualquier tipo de contacto humano y de otros seres vivos con las aves que se han visto afectadas, entre las que se encuentran una formación específica y el uso de equipos de protección, y un sistema de vigilancia para la apertura diaria y antes de cerrar para detectar posibles aves enfermas. La primera medida drástica impuesta por el gobierno de Sanz más allá del trabajo preventivo que se viene haciendo semanas ha fue la de cerrar a cal y canto el parque más visitado de la ciudad sin fecha de reapertura con el fin de evitar la propagación de nuevos brotes y otros casos de gripe aviar. No en vano la Plaza de España sigue abierta, pero en lo que viene siendo el parque se evita así el acceso tanto de los vecinos como de los turistas al recinto con la intención de que no se acerque nadie más al estanque en el que murieron los patos.
Pese a que los obreros del Arqueológico, cuya competencia recae sobre la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, fueron desalojados por la policía de sus respectivos puestos de trabajo, sí que se mantuvieron otros colectivos en el desarrollo normal de sus tareas cercanos a la isleta de los pájaros y el jardín de los leones, como por ejemplo miembros de la producción del equipo de Sequidivú, que desde las 7.00 de la mañana y hasta las 21.00 de la noche contaban con el permiso necesario para poder trabajar en libertad en un recinto que está ahora más que nunca bajo lupa, al igual que sucede con otras zonas verdes de la ciudad y la provincia, por la posibilidad de que los brotes sigan multiplicándose a medida que vayan avanzando los días.
Numerosos turistas se topan con las puertas de entrada al Parque de María Luisa cerradas el pasado jueves
Víctor Rodríguez / ABC
Sorpresa entre turistas y vecinos
La reacción de los turistas al ver las vallas en las que se cerró el Parque de María Luisa fue unánime: del estupor pasaron a los interrogantes y a comprender que al final el asunto no deja de ser un problema de salud pública, pero también una pena para quienes viajaron para disfrutar de Sevilla estos días en todo su esplendor. Una pareja inglesa así lo comprendía, Mark y Angela, al no entender por qué en un día tan soleado no podían pasear libremente por el María Luisa. «Entendemos que si es por la seguridad de la gente, es un mal menor que cierren temporalmente el parque», aseguraban a este medio. Un joven sevillano que responde al nombre Ricardo no podía cruzar a mediodía corriendo este pulmón verde de la ciudad, así que se vio obligado a cambiar su itinerario. Más triste se mostró una familia entera de origen oriental, que también tuvo que rodear todo el recinto para echarse una foto con la plaza monumental que imaginó un buen día Aníbal González. «Sevilla sigue siendo bonita por más que la encierren», arguyó una vecina que paseaba a su perro.