Si en los 2000, cuando la burbuja de las puntocom, la promesa fallida de la revolución de internet provocó un terremoto en los mercados, un cuarto de siglo después el problema vuelve a mirar a las pantallas, al lenguaje binario y, más allá, hacia la inteligencia artificial. Gigantes de la tecnología como Nvidia y otros más pequeños, pero con potentes proyecciones como Adobe o Salerforce han generado tantas expectativas en torno al futuro de sus negocios que la presión de los inversores sobre la capacidad que tengan para mostrar una monetización tangible de las promesas puede acabar con caídas abruptas en el precio de algunas acciones.
Al borde de haber superado ya los primeros tres trimestres del año, Salesforce y Adobe ya han visto cómo el precio de sus acciones, desde enero, ha acumulado caídas del entorno de los veinte puntos porcentuales, mientras que otras como Guidewire, el caballero silencioso de la industria dedicado al software en el sector de los seguros, ha dado la campanada y para quien estuviera dentro a principios de año, la revalorización de la cartera supera ya el 75%.
Lo que distingue a Guidewire de la competencia es su crecimiento explosivo y la clara visibilidad de sus ingresos: su volumen de negocio se disparó un 23% en 2025, y los ingresos recurrentes repuntaron en el entorno del 22%, frente al 9% de Salesforce y el 10% de Adobe en el mismo periodo.
Según varias casas de análisis, el mercado está recompensando la «sólida ejecución» del negocio en la nube y su potencial como futuro beneficiario de las inversiones empresariales en inteligencia artificial. Está entre las principales posiciones dentro del segmento de empresas de pequeña y mediana capitalización para un gran número de expertos. Desde Oppenheimer reiteraban hace unos días su consejo de compra sobre el título elevando el precio objetivo desde los 275 a los 300 dólares por acción, lo que implica un potencial alcista del 17,6%.
Para los expertos de Bloomberg Intelligence las empresas de software vertical como Guidewire, especializadas en nichos específicos y en la gestión fiable de datos críticos, están mejor posicionadas para integrar la inteligencia artificial en sus modelos de negocio. En este caso, la firma, centrada en el negocio de los seguros de viviendas o vehículos y accidentes, ofrece soluciones altamente especializadas que, a juicio de los analistas, fortalecen su base de clientes y los fideliza a diferencia de gigantes como Adobe que ofrecen soluciones más generalistas y, por lo tanto, cuentan con un mayor riesgo de competencia.
En el foco
Ahora, Guidewire dice esperar para todo el año fiscal 2026 unos ingresos de entre 1.390 y 1.410 millones de dólares de los cuales espera cosecha únicamente entre 315 y 321 millones en el primer trimestre que, para el caso, arrancó el pasado 1 de agosto. Según el consenso de mercado que recoge de FactSet, las estimaciones para este año estaban por debajo con una cifra de negocio en el entorno de los 1.360 millones de dólares.
A cierre del último ejercicio, el beneficio de la compañía ascendió a los 52 millones de euros, lo que supone un repunte significativo respecto de los 16,8 millones cosechados un año antes. Excluyendo partidas extraordinarias, el beneficio ajustado por acción fue de 84 centavos, muy por encima de los 63 centavos que esperaba el mercado. Los ingresos, por su parte, rebotaron un 22% hasta los 356,6 millones mientras que el volumen ingresado a través de suscripciones y soporte se disparó un 33% al acercarse a los 202 millones de dólares. En este periodo, Guidewire cerró acuerdos que incorporaron Industry Intel -su último sistema informático- en 16 de sus principales contratos, evidenciando la creciente adopción de inteligencia artificial entre sus clientes.
«Vemos oportunidades en la suscripción y la ingesta inteligente de documentos y datos que impulsarán un cambio radical en la eficiencia de la suscripción comercial», comentó el director ejecutivo de Guidewire, Mike Rosenbaum, en una llamada con analistas.
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