Rodeados de sus seres queridos y amigos más cercanos, los familiares de Manuel de la Calva celebraron este jueves el funeral por su alma en la parroquia de San Juan de la Cruz. La viuda del inolvidable cantante y compositor del Dúo Dinámico, Mirna Carvajal, estuvo acompañada por sus dos hijos, Victoria y Daniel, así como por la otra mitad del dúo, Ramón Arcusa, quien vive con profunda tristeza el duelo por la pérdida de su compañero artístico durante tantas décadas.
La misa contó con la asistencia de compañeros de profesión y también de admiradores de toda la vida que quisieron sumarse a esta última despedida. Fue una ceremonia especialmente emotiva. En primera fila se situaron la viuda y sus hijos, junto a Ramón Arcusa, que aún no acaba de asimilar lo ocurrido. Cabe recordar que Manuel de la Calva falleció el pasado 26 de agosto en Madrid, víctima de una fibrosis pulmonar que lo aquejaba desde hacía un año. Pese a la enfermedad, nunca perdió su buen carácter ni las ganas de hacer cosas, por lo que su final resultó inesperado: podía más su ánimo que el padecimiento.
Entre los asistentes destacó la presencia del cantante Raphael, acompañado por su esposa Natalia Figueroa, quienes quisieron dar personalmente el pésame a la familia. También acudió muy emocionada la actriz Bárbara Rey, que recordó cómo asistió a su primer concierto del Dúo Dinámico a los 16 años. Más tarde, ya instalada en Madrid, conoció a Manuel de la Calva, quien precisamente la presentó a Augusto Algueró (marido de Carmen Sevilla), con quien mantuvo un breve noviazgo.
El coro interpretó algunos de los grandes éxitos del dúo, entre ellos el célebre Resistiré
La emoción se desbordó cuando el coro interpretó algunos de los grandes éxitos del dúo, entre ellos el célebre Resistiré, convertido en himno de superación para miles de personas. Sin poder contener las lágrimas, Bárbara evocó sus años de juventud, sus inicios como gogó en Madrid y la entrañable amistad que la unió al músico. Con Manuel de la Calva se va una parte esencial de la historia musical de España. Pero, como señaló entre sollozos Ramón Arcusa, «con Manuel, la música que hicimos ya es eterna». Un legado imborrable que nadie podrá arrebatarles.
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