La mejor manera de expresarse es sobre la pista, y el Ángel Nieto volvió a acoger una de esas grandes noches de baloncesto. El CB Zamora dejó muy buenas sensaciones y se proclamó campeón del 46º Trofeo Diputación, imponiéndose con autoridad a un Melilla Baloncesto (105-88) errático y falto de acierto en el tiro. El conjunto zamorano dominó el encuentro de principio a fin y se mostró muy superior a un adversario que regresa desde la Segunda FEB y que apunta a ser un competidor directo en la nueva categoría.

Saulo Hernández tiene el don de implantar sus ideas en sus pupilos en tiempo récord. El CB Zamora salió a la pista fuerte y serio en defensa. En ataque, se bailó al ritmo de Ty Roberts. El base hizo lo que quiso en el primer cuarto: repartió el juego y anotó dos pletóricos triples.

Los blanquiazules fueron superiores en el rebote defensivo. Cada tiro errado por el Melilla encontraba ya a tres jugadores bajo canasta listos para pescar el rebote. Thrastarson deleitó con un nuevo triple; sin embargo, con las rotaciones y la salida a pista de Ty, el CB se desdibujó en los últimos dos minutos del primer cuarto (26-17).

El segundo asalto arrancó con dos puntos más de Thrastarson y un triple de Brito. El Melilla se mostró errático en ataque, y eso lo aprovechó un CB Zamora que no escatimó esfuerzos en minimizar a su rival (35-18). Ty siguió a lo suyo, deleitando con su juego y marcando el compás. El guion era perfecto de no ser por la sustitución de Van Zegeren, que se retiró con gestos de dolor.

Rogers colocó el 44-26 con cinco puntos consecutivos. Melilla contestó y Round replicó desde el perímetro. El Torneo Diputación fue una pequeña muestra de que el CB Zamora llega con el termómetro calibrado (57-35).

Hegemonía blanquiazul

De vuelta a la pista, el CB no bajó la intensidad. En eso insiste Saulo, que sus pupilos mantengan la misma energía durante todo el encuentro. Ty continuó al alza e inauguró el tercer cuarto con un nuevo triple. El base estadounidense se erigía como máximo anotador del partido. La diferencia siguió aumentando y Melilla se mostró incapaz de frenar la sangría (84-62).

La hegemonía del CB era tal que el partido ya parecía sentenciado con un cuarto aún por disputarse, eso sí, siempre manteniendo el respeto hacia el rival. El show de Ty continuaba: el jugador ha conquistado a Zamora y promete ofrecer un baloncesto de calidad a un pabellón que ya se rinde a sus pies. Quizás la canción Superestrella de Aitana sonaba como un guiño al estadounidense. Rogers también tuvo momentos de brillo.

A falta de 4 minutos y 20 segundos para el final, Saulo solicitó un tiempo muerto con el marcador mostrando una renta de 25 puntos a favor de los suyos (95-70). En el Melilla destacó un viejo conocido, Morgan Stilman, que regresó al que fue su hogar y volvió a encestar en la canasta que años atrás le vio crecer. El encuentro concluyó con un 105-88 y un sonono aplauso dedicado al gran Ty.