La presentación en el Pazo del COB fue de altura. Por el rival, por el torneo al que pertenecía el partido y por las ganas y la ilusión que tienen los ourensanos de mirar más arriba de lo que parecería más cómodo, incluso sensato y hasta realista. Los de Moncho López dieron un claro paso adelante en su juego respecto a la cita anterior contra el Breogán y fueron capaces de competir muy bien ante un campeón continental como el Bilbao Basket hasta los minutos finales. Pero también evidenciar que les sigue faltando ese plus de calidad, de acierto o de acoplamiento que les dé más consistencia en el juego. Si es la tercera vía no habrá problema, a ganas, trabajo e intensidad no tiene pinta de admitir reproche este equipo. Si es la segunda, la puntería, puede influir el cansancio, a los mejor hasta el cosquilleo del debut y también la presencia física del rival. Si es la primera sería un problema.
En los arranques y con piernas frescas el COB siempre jugó bien y defendió todavía mejor. Queda claro que no va a depender de nadie en particular para subir la nota general y fue equilibrando quintetos y sensaciones para mantenerse siempre en partido. Llegó a dominar en el juego y en el marcador en el primer cuarto (23-19) y volvió a ser superior en el tercero (24-19). Atacando muy bien el rebote ofensivo y buscando bien las ventajas. Cuando encontró el acierto exterior de Sean McDonnell o el tiro puntual de alguno de sus compañeros achuchó a un rival superior en todo menos en las ganas. Pero el nivel de acierto nunca tuvo continuidad. 1 de 10 en triples en el segundo cuarto y 8 de 32 para acabar el partido es demasiado poco para algo más que no sea el notable alto.
Incluso con malas tomas de decisiones a veces y pérdidas de balón en los minutos de máximo cansancio, el COB siempre jugó bien. Se reconoció seguro Moncho López en lo que le vio a sus jugadores en la mayoría de los minutos y confirmaron los ourensanos que su nota más alta todavía no es para sacar el champán, pero su nota media ya es para pensar en competir bien.
Rafa Lisboa vio el partido en la zona VIP del banquillo y también tiene que ser un argumento clave para meterle más décimas de calidad y de amenaza a su nuevo equipo. El base portugués viene de lo más alto tras brillar con y contra la élite del Eurobasket, pero seguro que también le gustó lo que va a tener esta temporada a su lado. Un COB se fue al último cuarto encimando al Bilbao Basket (61-67) y que hoy intentará repetir guion y sensaciones ante un rival con la misma complejidad, pero con el añadido de tener más kilómetros en las piernas.
Será la segunda presencia cobista en un Pazo que tiene las citas contadas hasta el 2026. En la liga no serán contra rivales tan imponentes, pero el COB quiere invitar a pensar en partidos igual de llamativos, pero por méritos propios. La pizarra, las ganas y la idea seguro que gustarán. Toca saber hasta qué altura son capaces de desarrollarlo los jugadores con los que se cuenta.
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