Anticipó que las empresas pagarían millones por almacenar y acceder a grandes cantidades de información.

«Quería un buen coche y una casa. La idea era simplemente tener una pequeña empresa de software», recuerda Larry Ellison de cuando fundó Oracle en 1977. No se podía imaginar que esa compañía tendría 48 años después una capitalización de 900.000 millones de dólares y le convertiría durante un día en el hombre más rico del mundo con un patrimonio de 393.000 millones de dólares.

El grupo tecnológico se ha confirmado este año como un actor clave en la revolución de la inteligencia artificial (IA) tras firmar un contrato de 300.000 millones de dólares con OpenAI y asegurar su participación en Stargate, un proyecto del Gobierno en el que también están involucrados la firma de Sam Altman y SoftBank y que pretende convertir a EEUU en una potencia en procesamiento informático.

Fiel a Trump

El anuncio de esta iniciativa desde la Casa Blanca incluyó la foto de Ellison con Donald Trump, a quien el empresario siempre ha mostrado su apoyo. Fue uno de los primeros líderes de Silicon Valley en apoyarle para las elecciones de 2016 y organizó un acto para recaudar fondos en su rancho de California en la campaña de 2020. «Es, de algún modo, el CEO de todo. Es un hombre asombroso», dijo el presidente estadounidense sobre Ellison durante su visita a Washington.

Su historia ejemplifica como pocas el sueño americano. Creció en el South Side de Chicago, por entonces uno de los barrios más degradados de la ciudad. «Recuerdo que la revista Look lo llamó el gueto negro más antiguo y peor de los Estados Unidos», asegura el empresario, cuya madre lo dio en adopción al poco de nacer por el estigma de criarlo soltera.

A lo largo de su infancia no destacó por obtener grandes calificaciones en la escuela, pero sí por una curiosidad desbordante a la que dio rienda suelta en la Universidad de Illinois. Allí fue nombrado estudiante de Ciencias del año, pero no acabó los estudios a causa de la muerte de su madre adoptiva. Trató de retomarlos poco después, pero desistió tras solo un semestre.

Ellison decidió mudarse a Berkeley, California, en 1966, donde la industria tecnológica ofrecía cada vez más oportunidades laborales a los jóvenes. A pesar de no haber estudiado nunca informática, fue encadenando contratos en diferentes empresas, experiencias que, complementada con los libros que leyó en su tiempo libre, le llevaron a autodefinirse como autodidacta.

Tras unos años en Ampex Corporation, donde trabajó en un proyecto para la CIA cuyo nombre en código era Oracle, Ellison convenció a dos compañeros para fundar Software Development Laboratories (SDL). Lo hicieron en 1977, con una inversión inicial de 2.000 dólares, de los que él aportó el 60%. Fue nombrado CEO y se focalizó en el departamento de ventas, pues sus socios tenían mayores conocimientos informáticos.

Ellison impulsó este proyecto, que en 1982 fue rebautizado como Oracle, porque estaba convencido de que las empresas pagarían mucho dinero por una tecnología que fuera capaz de gestionar grandes volúmenes de datos de manera eficiente y realizar consultas de forma rápida.

El tiempo no tardó en darle la razón, pues la compañía experimentó un crecimiento exponencial poco después de su nacimiento. Su producto presentaba características técnicas revolucionarias para la época y una versatilidad para funcionar con diferentes sistemas que favoreció su penetración en distintos mercados tecnológicos.

Su debut en Wall Street llegó en 1986 a un precio de 15 dólares por acción. A principios de los 90, se repuso de un duro bache que le llevó a despedir al 10% de su plantilla y se consolidó como un proveedor clave para cualquier tipo de negocio. Sus herramientas permiten a un banco, por ejemplo, guardar millones de transacciones y la información de sus clientes, y llevar la contabilidad, nóminas, gestión de riesgos y cumplimiento normativo.

Aventurero polémico

El éxito de Ellison en Silicon Valley le ha permitido satisfacer su adicción a la adrenalina. Su pasión por pilotar aviones le ha llevado a tener problemas con la ciudad de San José por superar el límite de aterrizajes y despegues nocturnos, mientras que su afición a la navegación le llevó a fundar en 2000 su propio equipo de regatas, el Oracle Team USA.

Es dueño de la isla de Lanai (Hawái ), tiene dos hijos y se ha casado con cuatro mujeres de las que se acabó divorciando al cabo de entre uno y siete años.

El paso del tiempo le ha hecho más comedido, porque tiempo atrás, cuando no estaba pilotando una de sus aeronaves de la II Guerra Mundial, era habitual verle entablar una discusión con otro gurú tecnológico. A Bill Gates, con quien luego hizo las paces, le llamó «mentiroso» en 1998, cuando ambos rivalizaban por ser el hombre más rico del mundo.

Con Marc Benioff, fundador de Salesforce, se enemistó en cuanto empezaron a competir en el mismo sector, mientras que a Larry Page le acusó de ser el responsable de que Google copiara ideas de su empresa. En cambio, de SAP, rival directo, rara vez decía algo. «Siempre les ganamos», sentenciaba.

Larry Ellison

Nueva York | 17/08/1944

Trayectoria

Estudió matemáticas y física en la Universidad de Illinois, pero no completó su formación por la muerte de su madre adoptiva. Se mudó a California en 1966 y trabajó en varias empresas hasta que fundó SDL en 1977, cinco años más tarde rebautizada como Oracle.

Deja huella por…

Anticipar lo importante que serían las bases de datos para las empresas y gobiernos. Ejemplo del sueño americano, es uno de los empresarios más mediáticos de EEUU.

101.000 millones de dólares

El dinero que pagó en 2012 al empresario David Murdock por su isla en Hawái de 364 kilómetros cuadrados.

300 millones de dólares

El incremento que registró el miércoles la fortuna de Ellison tras presentar Oracle sus resultados.