Javier Lorenzo

Sábado, 13 de septiembre 2025, 07:15

En toda la Feria saldrá ninguna corrida de toros con el cuajo, la hondura y la seriedad como la de Vellosino de esta tarde, que anuncia al cartel más modesto de la cartelería, aunque ahí se incluya al triunfador del último serial. Paradojas del toreo moderno. Ismael Martín se presentó como matador de toros en La Glorieta en la corrida concurso de ganaderías del año pasado y certificó su primer paseíllo mayor en esta plaza no solo con tres orejas si no con una aprobación general que llamó la atención. Fue el último torero en entrar en acción de aquel abono y ninguno antes logró poner la plaza en pie como lo consiguió el joven valor de Cantalpino. Sorprendentemente templado con el capote, arrollador con las banderillas, medido con la muleta y contundente con la espada: tres orejas y puerta grande. Este año contaron siempre con él como uno de los fijos pero no le dieron opción de nada. Vuelve de nuevo a Salamanca tras cortar el martes dos orejas a un imponente encierro en Navaluenga (Ávila). Burgos, Guijuelo, Peñaranda y Toro también las certificó con puertas grandes, en una campaña de siete corridas de toros, en la que confirmó la alternativa en Madrid por San Isidro que, junto a Sahagún, fue la única que no salió a hombros. También toreó en Las Azores y firmó un arrollador periplo en el verano de Perú con ocho corridas de toros.

Damián Castaño fue el último en encontrar un sitio en las combinaciones de esta Feria, a la que ya casi se había acostumbrado a que lo olvidaran. Vuelve a La Glorieta después de seis años de ausencia y de su único paseíllo como matador de toros ante sus paisanos. Ha sido el diestro salmantino que más compromisos y festejos ha asumido este año en las plazas del gran circuito de la temporada: Madrid (dos tardes, antes de afrontar mañana la tercera del año), Pamplona y Bilbao (una oreja);y en Francia hizo el paseíllo en otras dos de primera categoría como Vic-Fezensac y Mont de Marsan. Aquí recibió una grave cornada en el gemelo, como grave fue la que le infirió uno de Adolfo Martín en la inauguración de la temporada en Las Ventas. Año sin tregua, como todos en la vida de Damián, pero este con el mayor número de contratos de su vida y también con el mayor número de retos de compromiso mayor (además de las cimas de la temporada también Santander, Azpeitia o los seis toros de San Agustín). La espada frenó y empañó un año en el que volvió a tener que saborear las divisas más duras y las que nadie quiere.

Quien nadie se esperaba en el abono es el mexicano Diego San Román que, sin embargo, siempre estuvo en la mente de la empresa, que lo tiene entre sus protegidos. Llega con el aval de una seria y valerosa confirmación en la feria de San Isidro y también arrastrando una grave lesión de talón de Aquiles, sin apenas torear en todo el verano. Una incógnita y un perfecto desconocido para el aficionado pese a sumar ya tres tardes (2018, 2019 y 2021) de novillero en esta plaza.

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