El Blendio Sinfín ha cambiado de entrenador, pero su esencia sigue presente mientras la identidad del cuadro santanderino se mantiene intacta, a pesar del cambio … apresurado del último verano, que llevó a Rubén Garabaya hasta Macedonia del Norte y a José Manuel Herrero Lon, casi toda una vida en el club desde la desaparición del Teka, a dar un paso al frente y tomar las riendas del otro equipo de su vida.

El pivote no vestirá más el 29, pero afronta un reto mayúsculo: poner la primera piedra del proyecto sinfinista, que «a medio plazo» aspira a regresar a Asobal. Como todo en la vida, los planes llevan su tiempo y alcanzar la élite del balonmano español no es una excepción. Así que Lon tiene muy claro que la temporada que inician hoy ante Confía Base Oviedo en Vallobín (18.30 horas) tiene un propósito fundamental para el futuro del club.

El nuevo entrenador sinfinista asegura que el principal objetivo de la entidad santanderina pasa por confiar en la cantera y en su evolución: «Queremos que la gente joven que ha subido al primer equipo se asiente en Plata y nos permita tener, de cara a las próximas temporadas, el mayor número de efectivos de casa que den el nivel» necesario para preparar ese asalto a cotas más altas. Aún así, en La Albericia no cierran la puerta a acceder a la fase de ascenso.

«La intención es no cerrarnos a nada, pero pensando siempre en el día a día, en el siguiente entrenamiento, en la próxima jornada, en el rival que viene a continuación. Siempre enfocados en el futuro cercano». Así desgrana Lon las líneas maestras de su Blendio Sinfín, un proyecto «en construcción» que no elude la responsabilidad de hacer frente a un ramillete de plantillas forjadas a golpe de talonario. «Hay que ser consciente de lo que tenemos. Aún así, aspiramos a ser un equipo que no tenga miedo a nadie y que consiga el respeto de los rivales». No había dudas de la inclusión del carácter, el compromiso y el sacrificio en el decálogo de un Sinfín acostumbrado a rentabilizar al máximo cualquiera de sus recursos.

417.000 euros y cantera

Para la segunda temporada en Plata, los de negro anuncian un presupuesto de 417.585 euros con una plantilla forjada en las categorías autonómicas y la ambición de escribir su propia historia en La Albericia.

Desde la entidad capitalina definen este nuevo curso en el segundo escalón del balonmano masculino español como «una categoría en la que puede pasar cualquier cosa y esa cualidad impide hacer predicciones», explica el nuevo entrenador sinfinista. «Será con el paso de los partidos cuando veamos como el equipo va respondiendo y podamos concretar más los objetivos a nivel deportivo».

De momento, viendo el listado de rivales de los santanderinos, «hay un equipo muy superior por plantilla, como es el San Pablo Burgos, los dos descendidos de la pasada temporada de Asobal –Anaitasuna y Benidorm,– y a ellos se suma el Sagunto, que hizo un gran esfuerzo económico para apostar por el ascenso». Con semejante hoja de ruta y sin perder de vista ese futuro próximo al que apelan desde el cuerpo técnico, el papel de los canteranos que han dado el salto al primer equipo gracias al convenio de filialidad con el Lafuente Pereda resulta fundamental para el devenir sinfinista.

Así que la apuesta pasa por la juventud y talento local como líneas maestras para afrontar la Liga y Copa de Rey. «Tenemos que ser un club de cantera e ir creando un bloque de jugadores de aquí para traer de fuera solo a aquellos que cubran determinadas carencias y que mejoren lo que sale de la cas», añade Lon

La llegada de jugadores como el lateral derecho argentino Federico Saud, o los porteros Pol Quiroga y Pol Sanz refuerzan una plantilla joven y con proyección que «garantiza compromiso y trabajo», asegura el entrenador que debutará en la categoría defendiendo esa esencia sinfinista: «No puedo prometer que vamos a ganar, pero sí la entrega de todos para conseguirlo».