‘El señor de los anillos’ es un fenómeno que sigue más que vivo en nuestros tiempos. Ahí tenemos las próximas películas de Gollum, o la serie de Prime Video. Hay mucho que tratar sobre la Tierra Media, pero gran parte de su alma se encuentra en los actores de la trilogía original. Sir Ian McKellen, el rostro mítico de Gandalf en la ficción, recuerda cómo fue la grabación de la última escena de Gandalf.

Así de desastrosa fue la grabación de la última escena de Gandalf

“El primer día grabé el carro entrando en Hobbiton. Tras eso no grabé durante dos o tres días. En el segundo día de grabación grabé la última escena de la tercera película, diciéndoos adiós a los cuatro. Y recuerdo decirle a Peter [Jackson] ‘¿cómo de bien conozco a esta gente?’, y me dijo ‘oh, habéis pasado un montón juntos. Un montón de aventuras’“, señala.

En la conversación intervienen Dominic Monaghan (Merry) y Billy Boyd (Pippin). “Y recuerda que tuvimos que hacer de nuevo esa escena porque Sean Astin (Sam) se olvidó de ponerse su capa después de comer”, declara Monaghan. Boyd, por otro lado, recuerda una peculiar anécdota de la escena. “Si recordáis, estos eran los tiempos antes de lo digital. Todo estaba en la cinta. La cinta se destruyó cuando intentaron ponerla en orden. Tuvimos que grabarla de nuevo. Tres veces la grabamos”.

Es curioso que la escena más emotiva de la trilogía, que evitaremos colocar en esta pieza para evitar los spoilers de quienes no la han visto (como nuestro compañero Pedro Herrero), fuese grabada con la menor conexión emocional de todo el proyecto. Y sin embargo lo clavaron.

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