No pudo recoger el premio en persona porque tenía una exposición en Madrid y por eso la imagen de Pedro Méndez Chico-Álvarez fue una de las más buscadas estos días. Con su obra ya expuesta junto al resto de creaciones premiadas a lo largo de la historia del Concurso de Pintura Rápida que se celebra todos los años durante la Feria de Albacete, desde La Tribuna hemos podido contactar con él y hablar de su trayectoria e historia en el mundo de la pintura.
Filólogo de formación, Pedro Méndez Chico-Álvarez (nacido en Rivas-Vaciamadrid) no es un novato en esto de los certámenes de pintura rápida. «Fui a la universidad, estudié Filología y luego hice un Máster de Guion de Cine y Televisión. Me metí a trabajar en el mundo de la publicidad y me desencantó. Como a los 27 años tuve una crisis profesional y fue entonces cuando me puse a pintar», afirma.
Solamente el año pasado, Pedro Méndez ganó más de 30 premios. «Puedo decir que vivo de ello. Al final me paso el día de un sitio para otro, pero me gusta. Casi que nos conocemos todos ya en este mundillo de la pintura ambulante», reconoce.
Lo que poca gente sabe es que el ganador de este año jugaba con ventaja. El pintor ya había participado en este concurso dos años atrás y en ambos había sido premiado. Sin embargo, reconoce que lo de los premios es una lotería:«Depende del jurado, de lo que le guste a la gente. Nunca sabes si vas a tener un buen día, si te va a salir bien a la primera, el tiempo juega en tu contra, etc.»
Pero haber venido dos veces a Albacete le aseguraba a Pedro Méndez conocer ya el Recinto Ferial y sus virtudes. «No es lo mismo llegar a una ciudad o pueblo que no conoces que repetir en un sitio que ya más o menos sabes como es. Aunque no suelo prepararme, si tengo tiempo entro en Google Maps y cotilleo un poco para ver qué voy a encontrarme. Pero vamos, mi técnica es llegar y pintar lo que más llame mi atención».
Curiosamente, su padre, Tomás Méndez, se alzó esta edición como ganador de uno de los accésits:«Él fue el que me animó a pintar y me enseñó un poco. Pero vamos, mi opinión es que tú puedes pintar bien o mal, puedes tener más talento o menos, pero creo firmemente que la pintura es, sobre todo, trabajo». El joven madrileño también nos contó que padre e hijo siempre habían querido poder ser premiados en el mismo concurso. «Fíjate que bromeábamos con la idea de poder posar juntos en un concurso con obras premiadas y justo cuando pasas yo no puedo estar presente. Pero bueno, espero que haya más ocasiones», afirma.
En cuanto a su técnica artística, Pedro Méndez reconoce que trabaja mucho las texturas. «Hay elementos que suelen gustar a la gente que compone los jurados. Por ejemplo, los verdes. En mi caso, se me da bien trabajar las texturas. Por ejemplo, si trabajas el tronco de un árbol a base de texturas casi abstractas, el efecto queda un poco como hiperrealista porque la sensación que le da al ojo humano es súper natural. Entonces, creo que esos pequeños elementos sí funcionan a la hora de intentar llevarte premios en este tipo de concursos. No creo que haya una fórmula mágica para crear pinturas que se premien, pero puedo decir que a mí, lo que más me ayuda a crear obras que luego han sido premiadas es conectar con el tema. Eso es lo único que puedo sacar en común de todas mis obras premiadas.
Lo que más sorprende al hablar con Pedro Méndez es la naturalidad que desprende y la simpatía con la que se comunica cuando recuando le preguntamos si siempre se le dio bien la pintura:«Yo dibujaba en clase, como lo hemos hecho todos. Había caricaturas de los profesores y cosas así, pero nunca fui a clases de pintura ni invertí tiempo en desarrollarla. Pero no sé,supongo que pintar es como cualquier otra disciplina. Si le dedicas tiempo y te gusta, terminas cogiéndole el punto. Todo es cuestión de trabajo, talento y motivación.
Con una trayectoria imparable por los concursos de pintura rápida de toda España, Pedro Méndez ya forma parte de la historia del de Albacete. Hace dos años, su obra resultó premiada con un accésit y en 2024, el artista repitió premio. Ahora, su talento se ha visto recompensado con el primer premio que le ha valido una compensación económica de 1.000 euros tras seis horas de realización en vivo y en directo ante un «montón de gente que visita la Feria». Aunque le gustaría acercarse a nuestra ciudad para ver su obra expuesta, el artista reconoce que le será imposible por trabajo. Otro año será.