El primer punto de la eliminatoria España-Dinamarca, en Puente Romano (Marbella) no se quedó en casa. Se cumplieron los temores. Con cierto suspense durante … los primeros tres cuartos de hora de partido, pero Holger Rune (11º del ATP Ranking) fue un examen demasiado exigente para una buena versión de Pablo Carreño (123º), un ‘top 20’ mundial hasta el verano de 2023, antes de permanecer de baja casi un año (en dos tramos prolongados de 2023 y 2024) para recuperarse de una lesión de codo.

Pablo Carreño (123º) pierde ante Holger Rune (11º) por 5-7 y 3-6, en 1 hora y 39 minutos

  • ‘Aces’:
    2/6

  • Dobles faltas:
    2/1

  • Primeros saques dentro:
    67/59%

  • Puntos ganados con primer saque:
    67/72%

  • Puntos ganados con segundo saque:
    40/48%

  • Puntos de ‘break’ convertidos:
    2-5/4-4

  • Total de puntos ganados:
    52/66

Desde entonces Carreño, a sus 34 años, ha dejado de ser aquel Carreño, ‘top ten’ incluso en 2017. El 5-7 y 3-6 final (en una hora y 39 minutos) no destroza guiones, porque todo puede pasar por ganar los duelos individuales sin Rune y por el doble, pero de alguna manera acrecienta la presión en una serie mucho más ajustada tras las bajas finales de Carlos Alcaraz, Alejandro Davidovich y Marcel Granollers.

Ferrer se decantó para torear en la apertura de la eliminatoria confiado en su experiencia y aplomo. Tenía grandes recuerdos de Puente Romano, donde ganó en 2020 aquel ATP 250 auspiciado por la Junta de Andalucía y AnyTech 365, que no tuvo continuidad, y había estado ya la semana previa preparándose en tierra en el Challenger de Sevilla (derrota en cuartos ante Lajovic), pero fuera del ‘top 100’ ya en los últimos meses, Rune era demasiado toro, más allá de ese engañoso 3-1 en el cara a cara, porque el último duelo, más parecido a las circunstancias actuales, fue un 6-1 y 6-3.

Un servicio de Pablo Carreño.

Un servicio de Pablo Carreño.

REUTERS

Lo mejor de Carreño se vio en los primeros minutos. Amenazó de salida con 0-40 a Rune en el primer juego, pero no fue ahí, sino en el siguiene turno al resto, pese a un 40-15 cuando logró el ‘break’. El danés sintió que tenía que dar un punto más de agresividad, y arriesgó con puntos más cortos y jugando incluso resto-red, e igualó el choque y se fue arriba cuando presionaba con 6-5 sobre el saque del español. Olió la sangre y quebró para dominar el primer set en 57 minutos, con un 22-13 en ‘winners’, lo que demostraba su iniciativa en el juego.

Rune encadenó cinco juegos seguidos, al colocarse 3-0 en el segundo set después de otro ‘break’. Tras una reacción de Carreño, para poner el 3-3, volvió la presión de Rune para otro quiebre ya decisivo. Al español le cegó el sol (en una jornada tórrida, frisando los 30 grados) en un ‘smash’, y tuvo mucho que ver en ese 3-5 y saque del de Gentofte para definir el choque con un turno en blanco al saque.

Panorámica de la pista Manolo Santana de Puente Romano, este sábado.

Panorámica de la pista Manolo Santana de Puente Romano, este sábado.

SUR

La derrota española confirmó una curiosa circunstancia, pese al peso que suele tener actuar como local en esta competición, eligiendo superficie. En las siete series de esta segunda ronda de los Qualifiers (antesala de la Final a 8, con Italia ya clasificada como anfitriona para el desenlace en Bolonia, del 18 al 23 de noviembre), todos los primeros partidos acabaron con victoria visitante, y en cinco de ellas con un cero a dos de salida.

En todo caso, España no pierde en casa en la Copa Davis en tierra, la superficie más habitual de formación de casi todos sus jugadores, desde 1999 (ante Brasil en Lérida).