El amor de una madre puede con todo, y si no que se lo digan a NQP. El rapero malagueño, de nombre original Nacho Torres, … conquistó la regional de Torremolinos celebrada el 15 de junio. Sin embargo, tiempo antes, él decidió no participar, pero la ilusión de su madre le llevo a finalmente a luchar por el título, tanto, que se lo llevó a casa. «Una madre siempre tira mucho, entonces por verla contenta, por verla feliz pues me apunté y encima acabé ganando, entonces mejor imposible», explica el joven rapero que busca conectar con su público, más allá de los premios.

El rapero malagueño, aunque nacido en Granada, tiene 25 años y lleva desde 2019 en el mundo del ‘fresstyler’. Un hobbie que nace por casualidad en la casa de un amigo. «Estábamos en casa de un colega y a su hermano mayor siempre le han gustado el rap, las batallas y demás. Y me acuerdo que me puse una batalla de Baby contra Navaja y, desde ese momento, me enamoré», relata acerca del nacimiento de esta pasión por las letras y las batallas.

Málaga y Granada, más allá de ser las ciudades que le han visto crecer, también, son elementos de inspiración para el artista. El rapero relata cómo se nutre de ellas y de su día a día, junto a sus colegas para poder escribir. «La vida en Málaga y bueno, en Andalucía en general, es mucho cachondeo, mucho arte y mucha felicidad» relata entre risas. Además, también menciona la pasión por la lectura y la poesía que le ha inculcado su madre. Sin embargo, no todos los días hay inspiración y, para esos momentos, Torres acude al mar, un espacio tranquilo y lleno de vida.

Un verso no tiene por qué ser bueno para todos, incluso, no existen ningunas reglas que marquen la calidad de estos, es algo muy subjetivo. Para Torres los ingredientes que hacen de una improvisación algo mágico son «las vivencias verdaderas» y la astucia para hacerla «rebuscada». «Que tenga un giro inesperado que te haga reflexionar, que la escuches y solo después de unos segundos, cuando realmente la entiendes, descubras que tiene un doble sentido o una complejidad oculta», explica el rapero.

A la hora de encasillarse en un estilo, el rapero prefiere no ponerse corsé. «Siempre he intentado desmarcarme de lo que se vaya haciendo, de las tendencias, pero no por llevarla contraria, sino porque a lo mejor la tendencia que se estaba implantando en ese momento no me gustaba mucho a mí». Aún así, se ve diferente e intentando siempre buscar su sello personal.

El proceso de compaginar las expectativas del público y mantenerse fiel a sí mismo ha sido siempre algo difícil para él. Sin embargo, explica que este año ha sido diferente y esta vez se enfocó en la calidad de su actuación más que en el hecho de ganar. Mucho más allá del entretenimiento, el rapero busca que sus oyentes se identifiquen con sus letras «Nunca me he enfocado demasiado en el entretenimiento o en el espectáculo; no soy el típico personaje cómico con el que te ríes a carcajadas. Más bien, busco conectar con un público que tenga una sensibilidad un poco más profunda», relata el artista.

No solo demuestra su dominio en el rap encima de los escenarios, también a través de canciones. Desde su primer single ‘All In Gamer’ publicado en Spotify en 2019 no ha parado de escribir. Caracteriza estos dos mundos, el rap en batallas y en canciones, como «dos fenómenos muy diferentes». «El freestyle va sin preparación ninguna, va a lo que salga y cuando te vas a meter en el estudio pues requiere una preparación previa», explica el rapero. A la hora de elegir entre ambos, le es imposible decantarse por uno, explica que depende del día y la sensación que le produzca hacer cada una.

Mucho más allá de lo obvio, de coronarse, de volverse campeón, el rapero busca inspirar y pasárselo bien. NQP, el rapero que quiere ser recordado por lo que transmite, no por lo que gana.