A las 19:25 horas de una apacible tarde veraniega, Cayetano se despidió de su último ‘rollo’ con Navarra en la temporada de su despedida. Un ‘amor’ que tuvo como pareja a Enrollado, y que amenazó con durar lo mismo que un lío en el albor de una noche de verano después de un puyazo más largo que la suma de los tres que recibieron sus hermanos.

Un rejonazo que rajó el ímpetu del bragado de Luis Algarra -ganadería que sustituyó a la original de Ojailén-, al que el maestro lanceó con gusto antes de hilvanar una faena pulcra y suave, sin demasiadas apreturas, en la que mantuvo la figura bien compuesta a los sones de Ragón Falez, interpretados por la Banda de Música de Cintruénigo, lo mejor de la tarde.

Una faena que el torero remató con habilidad para recibir dos excesivas orejas y despedirse reverenciándose ante el público navarro, que mostró expectación, le trató con mucho cariño y del que se despidió a hombros.

Lo hizo junto al novillero sin caballos local Aarón Navas, que demostró ilusión y cortó dos orejas a su primer eral de Guadalest. A pie salió El Payo, que puso el mejor toreo pero anduvo romo con la espada.

Todo lo contrario que Cayetano, objeto de una multitud de fotos, autógrafos y halagos. Recibió en primer turno a Melenudo, con las cuatro hierbas recién comidas en este mes, como todos sus hermanos, justito y que también amenazó con durar un suspiro. Inválido y sin fuelle, clavó pitones en el saludo, aterrizó tras el trámite caballeril, y amenazó con rendirse a la salida del segundo par de banderillas. Ante esto, Cayetano hizo una labor de enfermero y el toro, no obstante, se recompuso antes de recibir un espadazo que le valió una orejita cariñosa tras petición minoritaria.

AARÓN NAVAS, EL OTRO TRIUNFADOR

Aarón jugaba en casa, y se notó. Primero cuajó a un Flamenco, de Guadalest, con recorrido, transmisión y que recibió merecidos aplausos en su despedida. En su recibo, Navas le puso gusto ante el bravucón.

Tras brindar a su emocionado abuelo, Juan Chivite, inició por doblones una faena voluntariosa con la figura bien compuesta, a pesar de que su altura es un hándicap. Luego se gustó al natural ante un público entregado en una larga faena que concluyó con una estocada que hizo guardia, lo que no calmó al público, que, incluso, pidió el rabo en una faena tras la que recibió la felicitación de Cayetano.

Su segundo fue Curandero, un eral más fino y abierto de pitones que fue rebrincado, mirón y protestón, y se le coló en numerosas ocasiones. Pese a ello, mantuvo la compostura hasta que llegó la espada, donde se atascó y recibió un aviso.

EL MEJOR TOREO, DEL PAYO

El Payo, apoderado por el empresario, Enrique Luján, dejó los detalles más finos y toreros, aunque algo despegado. Primero con Relojero, un bravito castaño que atropelló las tablas de inicio. Tiró de elegancia y clase en unas verónicas que terminaron con un enganchón del que se repuso con una chicuelinas.

Con la muleta, El Payo empezó con la izquierda en los medios logrando pasajes estimables y alguna notable tanda con la derecha, aunque algo desajustado y, también, desconfiado, por lo que no terminó de exprimir al animal. Tampoco anduvo fino a espadas.

Con Olivero, más bajito, llegaría lo mejor. Lo capoteó con gusto, con la figura erguida y quitó elegante después del ‘picotazo’ en el caballo. Pasó las banderillas con dos pares y El Payo brindó al público, animado, antes de iniciar con suavidad la faena en los medios. Tirando algo del pico, pero hilvanando una labor limpia ante un toro que daba poco de sí. Con series cortas y poco exigentes, Olivero iba a trompicones y la faena perdió algo de vuelo. Pero terminó recuperándolo al final con pasajes estimables que calentaron a un público que se volvió a enfriar con la espada, a la que maldijo antes de despedirse con una ovacionada vuelta al ruedo.

GANADO

4 toros de Luis Algarra Polera de lidia ordinaria (1º, 2º, 4º y 5º) desiguales de presentación y juego, aunque flojos en general; y 2 erales de Guadalest para el novillero sin caballos Aarón Navas (3º y 6º) justos de presentación y de juego desigual.

TOREROS

Cayetano, oreja y dos oreja.

El Payo, silencio y vuelta tras aviso.

Aarón Navas, dos orejas con petición de rabo y silencio tras aviso.

INCIDENCIAS

Plaza de Toros de Cintruénigo. Dos tercios de entrada. El Payo le brindó el 2º toro a Cayetano, y éste le devolvió el brindis en el 4º. Aarón Navas brindó el primer eral a su abuelo, Juan Chivite. Cayetano y Aarón Navas, que hicieron el paseíllo desmonterados, salieron a hombros.