En España, se estima que unos 17.000 pacientes mueren al año por sepsis, con cifras que maneja la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC). Según los médicos intensivistas, la incidencia de la sepsis está en torno al 5% del total de ingresos hospitalarios. Y entre el 6% y el 10% de las personas atendidas por procesos infecciosos en Urgencias de los hospitales sufren esta afección potencialmente mortal que se produce cuando el sistema inmunitario del organismo reacciona de manera extrema a una infección, provocando una disfunción orgánica.

Este sábado se celebra el Día Mundial de la Sepsis, una fecha que, enfatiza la sociedad científica, recuerda la importancia de avanzar en el estudio, control y tratamiento de un síndrome que provoca 11 millones de muertes al año en el mundo, es decir, una cada 2,8 segundos, y que es especialmente virulenta en zonas geográficas con deficiente red sanitaria.

La sepsis se produce cuando el cuerpo tiene una respuesta inmune descontrolada y extrema a una infección

Inflamación general, fiebre, escalofríos, taquicardia, respiración agitada… son algunos de los síntomas. El riesgo de fallecimiento es alto. Muy alto si la sepsis progresa a daño orgánico irreversible y shock séptico, que es una afección de presión arterial baja que pone en riesgo la vida. 

La mortalidad de la sepsis es consecuencia de una suma de factores, dicen los médicos: las características del paciente, las del microorganismo que provoca la infección, el estado de gravedad que presenta antes de ser atendido y la adecuación y precocidad del tratamiento que se reciba, dicen los médicos.

Existen infecciones comunitarias (de fuera del centro sanitario) y hospitalarias; y por eso hay sepsis en ambos ámbitos. Lo que distingue unas y otras suele ser el microorganismo que provoca la infección, así como que el hospitalizado, por tener un problema de salud que provoca que esté ingresado, pueda ser un paciente más frágil y, por ello, más vulnerable, indican los especialistas en cuidados intensivos.

Difícil tratamiento

Cualquier infección puede desencadenar una sepsis, pero se necesita habitualmente que se presenten uno o varios factores que lo favorezcan, por ejemplo: que la provoque un microorganismo especialmente agresivo o de difícil tratamiento, que el enfermo tenga dolencias previas que le predispongan, o que la identificación y el tratamiento de la infección se demore, lo que provoca el empeoramiento de la infección y el desarrollo del síndrome.

La mortalidad de la sepsis en España se cifra en un 28%. La del shock séptico se sitúa entre el 22% y el 40%. Una cifra, explican desde la Sociedad de Medicina Intensiva, que baja al 12% si los hospitales cuentan con ‘Código Sepsis’. Quiere decir que ese hospital se ha organizado para dotar a sus profesionales de medios y conocimientos que permiten reconocer rápidamente a los pacientes que presentan esta emergencia y aportarles el mejor tratamiento posible. El ‘Código Sepsis’, además de una herramienta clínica, es un indicador de la calidad asistencial del centro hospitalario, precisan.

En el mundo

A nivel mundial, con las estadísticas que facilita la sociedad científica, una de cada cinco muertes se asocia a la sepsis. Hay de 47 a 50 millones de casos al año y, al menos, 11 millones de muertes. De hecho, es la primera causa de muerte en hospitales en el mundo y la primera de readmisión hospitalaria en el mundo.

También es la enfermedad más costosa para los sistemas nacionales de salud. Se calcula que, en Estados Unidos, se gastan en atención a pacientes por sepsis alrededor de 62.000 millones de dólares. El 50% de los supervivientes sufren secuelas físicas o psicológicas a largo plazo. El 40%, son niños menores de 5 años. Y un dato final importante. También a nivel mundial, el 80% de los casos se inician fuera del hospital.

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